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Transformadores eléctricos “perecen” a merced de las lluvias

Cuando parecía que la inestabilidad del sistema eléctrico estaba “bajo control”, llegaron las lluvias. La madrugada del pasado miércoles 3 de octubre el aguacero que cayó sobre Maracaibo, dejó sin electricidad a una parte de la comunidad del sector Paraíso, porque uno de los transformadores eléctricos “pereció”.

Apenas el reloj traspasó la medianoche, un centellazo conmovió el sueño de los habitantes de la zona. El eco del trueno se perdió bajo un estruendo mayor que se regó por las calles desiertas como un mal presagio: “explotó el transformador”, pensó María Puente y de inmediato quedó a oscuras.

La madrugada tormentosa avanzó y cerca de las 4.00 de la madrugada la lluvia amainó en una llovizna pertinaz. Pero el servicio eléctrico no retornó. Por la mañana, los vecinos pudieron constatar que el transformador ubicado en la avenida 19 con calle 84, sector Paraiso, frente a la antigua Papeleras del Zulia, sucumbió ante la tormenta.

Hoy, cinco días después, la comunidad no encuentra una manera de resolver su problema. “La gente de Corpoelec vino la noche del jueves 4, pero nos dijeron que el transformador estaba dañado y que no tiene aparatos para sustituirlo. Que resolvieramos nosotros como comprar uno”, explica María Puente, una de las afectadas.

“Somos de escasos recursos”, insiste la mujer y apunta que en vista del escenario planteado por los trabajadores de la Corporación Nacional Eléctrica, los habitantes del sector afectado eligieron “pegarse” de otros transformadores, para solucionar “mientras tanto”.

“Yo no tengo dinero para comprar cable y pagarle a alguien para que me conecte del otro medidor, que está bastante alejado de mi casa”, admite Puente y su sentir es avalado por otros habitantes, quienes están bajo la misma limitación y piensan que es labor de Corpoelec y de la municipalidad abordar estos problemas comunales.

Sistema vulnerable más allá de los sabotajes

Los vecinos de la avenida 51 con calle 105 del barrio San Pedro de Maracaibo, tiene dos semanas con una situación similar. Una tempestad removió el poste que se encuentra frente a la casa número 105-50 y los cables quedaron pendiendo peligrosamente más bajo de lo debido.

Un camión pasó de noche y terminó por arrancar el poste que se vino abajo con todo y transformador. Hasta ahí llegó la electricidad para unas 20 viviendas del sector y afectó a al menos 30 familias.

De igual manera, los trabajadores de Corpoelec asistieron, cambiaron el poste, se llevaron el transformador averiado y dejaron su máxima sentencia: “no tenemos aparatos para sustituir este que se dañó, así que vean ustedes como resuelven”.

En ese ánimo de resolver, los habitantes convocaron al “MacGyver” del sector, compraron cable y se pegaron de otros transformadores. Resuelto el problema, para unos pocos, hasta la próxima tempestad. El resto continúa sin servicio eléctrico.

Pegarse o no pegarse… he ahí el dilema

Más allá del costo del cable y los “honorarios” que cobra el “todero” del barrio, está las implicaciones de “sobrecargar” los pocos transformadores que quedan operativos en la ciudad.

Según los expertos, cada equipo está elaborado para prestar servicio a un número específico de usuarios. “Las tomas” adicionales, además de que se colocan de manera improvisada, constituyen un “trabajo adicional”, para cada equipo.

A esta situación se refiere Carmen Faría, habitante del sector Paraíso, cuando asegura que el transformador frente a su casa parece zumbar en las noches. “Esta semana se pegaron como cuatro casa más, así que me da miedo cuando el aparato hace ruidos como si tuviera un panal pegado”, advierte.

El esposo de Carmen, Juan Hernández, recuerda que “estos problemas son muy graves, como para que nosotros tengamos que solventarlos”, la pareja de sexagenarios teme convertirse en otros afectados que se queden sin servicio eléctrico, cuando caiga la próxima lluvia.

Transformadores eléctricos: quién tiene la solución…

Las comunidades que en estos momentos padecen sin servicio eléctrico, por el sabotaje natural que ocasionan los fenómenos atmosféricos, se preguntan… si Corpoelec no asume la responsabilidad ¿Entonces, quién podrá defendernos?

Vale recordar que el pasado abril de este año, el alcalde Willy Casanova informó que “el Gobierno Nacional está trabajando en la inversión de 100 transformadores bajo un presupuesto de 700 mil millones que provienen del Aporte Único Especial, que se obtiene por el pago de los impuestos”.

En esa oportunidad destacó en la prensa regional que “estaremos trabajando en 112 comunidades que presentan daños eléctricos, junto con la gobernación del estado Zulia y la Alcaldía de Maracaibo, la cual estará a cargo de la entrega de 50 transformadores en abril y así llevar bienestar a los marabinos”, agregó Casanova.

En junio, Corpoelec entregó 24 transformadores a la Gobernación del estado Zulia, para «distribuirlos e instalarlos en los municipios de la entidad y garantizar la estabilidad del fluido eléctrico».

Para la fecha, el secretario de Gobierno del Zulia, Lisandro Cabello, informó que los nuevos equipos serían distribuidos a los municipios Catatumbo, Lagunillas, Maracaibo, San Francisco, Cabimas, Baralt, Miranda, Jesús Enrique Lossada y Rosario de Perijá.

Por su parte, el general de División, Edgar Ramírez, presidente de Corpoelec Industrial, explicó que los 24 transformadores correspondían a un lote de 50 y en aproximadamente 15 días serían entregados otros 26, los cuales están elaborados en Venezuela.

En medio de este escenario y con toda la tragedia que supone pasar semanas sin servicio eléctrico y sin ver una “luz al final del túnel”, las zonas afectadas solicitan la intervención de la municipalidad, para devolverle la calidad de vida a los habitantes.

 

Redacción: Reyna Carreño Miranda

Fotografía: Archivo

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