Política 

Juan Carlos Fernández: “El Chávez en el que yo creí decía que gobernaría como Tony Blair”

Juan Carlos Fernández es una de los moderadores de televisión más reconocidos del Zulia. Su programa de opinión A punto, por Niños Cantores Televisión, es el espacio regional con mayor audiencia y trayectoria en los hogares zulianos. También triunfa en el espectro radial a través de Radio Fe y Alegría, desde la 1.00 hasta las 2.00 de la tarde.

Impulsor del resurgimiento de los valores ciudadanos y crítico feroz del Socialismo del Siglo XXI, este abogado, licenciado en Comunicación Social con maestría en Ciencias de la Comunicación y próximo politólogo de la República, es uno de los nombres en el partido Un Nuevo Tiempo (UNT) con más fuerza para aspirar por la Alcaldía de Maracaibo en los próximos comicios.

A finales de los 90 fue candidato a Constituyente, miembro del gabinete de Francisco Arias Cárdenas y uno de los fundadores del Movimiento Quinta República en Maracaibo, partido al que renunció por falta de amplitud en el marco de una guerra interna con la cúpula dirigencial regional. Desde entonces transitó el camino de la disidencia. Se integró a UNT a finales de la década pasada. Fue candidato a parlamentario por La Cañada y Jesús Enrique Lossada. Formación académica y política tiene.

Hoy no esconde que trabaja para ser alcalde de una Maracaibo más amable, con más áreas verdes, limpia, con ornato y nuevos espacios públicos, entre ellos el Parque del Oeste, una propuesta que integre el potencial de la Maracaibo que colinda con Guajira y Lossada con la Maracaibo costera. “No es el momento para hablar de aspiraciones, pero cuando se determine la fecha de las elecciones municipales, yo le propondré mi nombre a mi partido y a mi ciudad”, aseguró quien aspira a crear una especie de Consejo Consultivo, con ciudadanos calificados, que trimestralmente evalúe como marcha el plan de gobierno y que asuman también su evolución.

—¿Usted fue uno de los primeros dirigentes en el Zulia que apoyó a Hugo Chávez desde el MVR, nos cuenta cómo fue esa experiencia?

—Yo llego al MVR como llegamos muchos venezolanos: por el desgaste de la partidocracia venezolana, por esa debilidad. La candidatura de Irene Sáez no representaba para nada las necesidades del país, tampoco la de Alfaro Ucero. Aquello termina con la candidatura de Salas Romer, que representaba a los sectores más conservadores de la sociedad en el marco de la crisis económica y de falta de credibilidad en el sistema, y la gente comenzó a buscar a Chávez, pero al Chávez que hablaba de la tercera vía, al Chávez que decía que se parecía a Tony Blair, que le gustaba ese mecanismo del laborismo inglés. Ese fue el Chávez en el que yo creí. Luego se deformó totalmente, lo hizo inmediatamente después de la Asamblea Nacional Constituyente. De modo que en unos meses, el 20 de marzo del año 2000 yo estaba rompiendo con Hugo Chávez. Chávez fue una trampa, un engaño, que estafó a millones de venezolanos para convertirse en una alternativa autoritaria cercana al castrismo cubano y no un representante de un socialismo a la europea con democracia y justicia  social.

—¿Qué tan ventajoso es ser comunicador y dirigente político? ¿Ser una figura mediática es un portaviones o puede ser lo contrario?

—Sin duda es una ventaja tener el rostro y la palabra todos los días en el medio, en este caso el programa de radio y televisión, con la reflexión, con el noticiero, con todo lo que tiene que ver con A Punto, pero también tiene sus desventajas porque cuando los políticos nos escondemos los periodistas tenemos que estar presentes. Cuando los políticos no quieren aparecer porque la situación está mala, porque acaban de sufrir una derrota, los periodistas tienen que amanecer trabajando, quiere decir que en el caso de Juan Carlos Fernández, que es periodista y un ciudadano que ejerce la política ha tenido que enfrentar los éxitos y los fracasos con la cara puesta en la pantalla. A veces uno tiene que decir cosas que no le gustan a muchos sectores de la población por la responsabilidad y ética que está inmerso en el ejercicio periodístico. Creo que es una ventaja igual, pero si no está complementada con caminar el barrio, con ir a la asamblea, con reunirse con ellos, atender sus problemas e incluso acompañarlos en sus necesidades, no es posible construir una figura positiva en lo mediático.

—¿Cómo es posible que pese a la crisis, a la baja popularidad del presidente Nicolás Maduro y a las debilidades de su propia gestión, aún Arias Cárdenas tenga amplias posibilidades de ganar la Gobernación si hay abstención?

—La abstención ciertamente es el gran enemigo de Juan Pablo Guanipa aunque todos los analistas informan que el Zulia no se perdería ni con una alta abstención. Es bueno aclarar que los últimos estudios indican que la intención del voto superaría el 60 por ciento lo cual es muy buena señal y hablan del fracaso de grupos radicales opositores que son quienes estimulan la baja participación en conjunto con el alto Gobierno. Arias Cárdenas tiene una gran fortaleza y es que se ha sabido acercar a sectores medios de la población, recordemos que no es un radical del chavismo. Su peor enemigo es el Partido Socialista Unido de Venezuela. El Psuv no apoya orgánicamente a Arias Cárdenas y esto lo corroboramos el pasado martes en un acto con Diosdado Cabello en el Centro Lía Bermúdez en el que el gran aplaudido fue Omar Prieto. Arias Cárdenas es una especie de híbrido, un ser en el cual desconfían opositores y en el propio Gobierno.

—¿Cuál es su lectura de lo que ocurrirá tomando en cuenta el impacto de las primarias en los militantes opositores?

—Juan Pablo Guanipa ganará la Gobernación y todas las fuerzas democráticas trabajaremos para ello. Lo hizo en un proceso profundamente democrático. Ahora, es cierto, la campaña para las primarias dejó profundas heridas a nivel de los partidos, que aún a pesar de que los dirigentes logran acercarse y hacer actos o mítines, en las parroquias, a nivel de las bases, se mantiene un alto nivel de desencanto, sobre todo en los sectores que resultaron más agredidos en la campaña. Aquí, corresponde la responsabilidad principal a Juan Pablo, quien tiene que recorrer las parroquias, que entre en contacto  con los opositores, acercase, tocar, reconocerlos, pero no me refiero a los cogollos, sino a la militancia de esos sectores opositores. Bajar, codearse con ellos, oírlos, abrazarse a esos sectores, porque esas heridas realmente conspiran contra la Unidad.

—¿Esto no lo puede aprovechar Arias Cárdenas?

—El candidato de los rojos (Arias Cárdenas), a pesar que no es un talibán, es un hombre inteligente, que ha sabido moverse estratégicamente en los sectores medios-empresariales y cuenta con apoyos declarados y abiertos de gente como el grupo De Candido, uno de los más poderosos en materia económica. Lo cual significa que está tratando de competir en el segmento en el cual se supone Guanipa tiene mayores ventajas. En los sectores populares pudiera tener preeminencia, la presencia de la Operación Daka, con la regaladera de cajas del Clap, de productos. La oposición debería tener un discurso duro ahí por el tema de la compra de votos, compra de conciencias. Será una campaña corta. Tiene que tener miembros de mesa, que se respete la experiencia aguas abajo. La arrogancia es el peor enemigo de la Unidad en este momento. No hay posibilidades para inventar. Tiene que acertar en lo político. La oposición no puede dejar que la crisis económica sea la que determine el resultado.

—¿Una victoria de Juan Pablo Guanipa no afecta a UNT de cara a su futuro político como organización?

—Su fortaleza o debilidad no depende de lo que ocurra con Juan Pablo Guanipa, está en su propia comunicación e internalización con la sociedad zuliana. Me atrevo a decir que UNT es el partido con más raíz social en el estado Zulia. Ha sido el único gobierno regional que ha sembrado de canchas, que llenó a la región de ambulatorios modernos y con características de clínicas, que colocó computadoras y conserjes en las escuelas, que fundó el programa de becas JEL que graduó como profesionales a los hijos de los más pobres. UNT es el partido de los humildes en el Zulia y va a seguir siendo una referencia y no tengo duda que va a ser nuevamente gobierno en la ciudad.

 

Redacción: Raúl Semprún

Foto: Archivo

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