Ofertas de “sexo porno en Maracaibo” estafan a incautos por Whatsapp
El tema del comercio sexual en Maracaibo siempre ha sido un submundo lleno de anonimato, pseudónimos y sombras a media luz, mas no tanto para fomentar un halo de misterio y romanticismo, sino para diluir entre penumbras la identidad de clientes y proveedores que llevan una doble vida, a espaldas de una sociedad conservadora que –al menos en apariencia- reprueba la prostitución.
Nuevas tecnologías como la banca electrónica y los sistemas de mensajería tipo Whatsapp, han calado como anillo al dedo en este mercado de fantasías inconfesables, modernizando los protocolos del oficio más antiguo del mundo, pero también han creado un río revuelto de oportunidad para embaucadores que aprovechan la naturaleza cuestionable de los servicios requeridos, para pescar víctimas que luego no pueden denunciar la estafa sin arriesgarse al escarnio público o peor.
El contexto
Andrés Guerrero (personaje ficticio) es un ejecutivo caraqueño que viajó a Maracaibo por razones de negocios, que aprovechando el cambio de aire y la distancia de la familia, decidió remediar la soledad circunstancial en su habitación de hotel, buscando los servicios de una dama de compañía o “prepago”.
Como no conocía a nadie en la ciudad, obviamente el libidinoso viajero recurrió a internet para ubicar a un servicio de escorts, pero se topó con que las páginas más reconocidas del ramo como sexycaracas.com y rumbaescort.com estaban fuera de servicio o no tenían nada disponible en la capital zuliana, así que optó por probar suerte con el motor de búsqueda.
Bastó teclear las palabras “escort” y “Maracaibo” en Google para que enseguida aparecieran una docena de resultados en una plataforma de clasificados en línea, ilustrados con fotografías de chichas voluptuosas y mirada insinuante, que prometían complacer hasta las más candentes fantasías. Todos los anuncios venían acompañados de números de telefonía celular, pero especificaban que los contactos debían hacerse vía Whatsapp.
El potencial cliente escogió el más prometedor y escribió solicitando cotización de los servicios por hora. La respuesta no tardó en llegar y fue mucho más explícita de lo que jamás podía haber imaginado; tanto así, que hasta se ruborizó.
Si usted –quien lee estas líneas- es menor de edad, de carácter impresionable o repudia el lenguaje sexualmente explícito, le suplicamos omitir los párrafos identificados con letra cursiva subrayada. Si decide hacer caso omiso a esta advertencia, queda sobreentendido que usted procede bajo su libre albedrío y por tanto se reservará cualquier crítica alusiva al referido texto.
El anuncio
Hola cielo, me llamo *Sofía*… Tengo 27 años… Soy la encargada de los servicios sólo di donde estas y se envía el catálogo de su estado donde desee las chicas. Mi servicio cuesta 1.800 bs.S por horas, y si desea anal tiene un costo adicional, el cual se cancela 50% (900bsS) antes de servicio para reservar o apartar el dia por transferencia o deposito bancario y el otro 50% (900 bs.S) después del servicio, también por deposito o transferencia bancaria… *NO ACEPTO EFECTIVO*
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La trampa
El dossier iba complementado por una batería de ocho fotos de chicas con poca ropa en contextos diversos que constituían el “catálogo” disponible para Maracaibo.
Cabe destacar que ninguna imagen parecía haber sido tomada en parajes zulianos, pero Andrés supuso que quizás las despampanantes jóvenes habían mandado a hacer su portafolio de fotos promocionales durante algún “viaje de trabajo”.
Tras decidirse por la candidata que más le impresionó, Guerrero pidió los datos para hacer la transferencia del 50% del servicio deseado (el cual no revelaremos) y espero paciente, pero inútilmente, la llegada de su acompañante que nunca se presentó. Al intentar reclamarle a su interlocutor digital, se dio cuenta que había sido bloqueado en Whatsapp.
Opinión experta
Masiel, una hermosa zuliana que desde hace dos años decidió vender profesionalmente sus encantos en el lucrativo mercado sexual del Caribe, explicó a TuReporte que este tipo de estafas de supuestas agencias de escorts son fáciles de detectar ya que la oferta desafía toda lógica.
“Para empezar basta con ver las fotos del supuesto catálogo para entender que muchachas como estas pueden fácilmente ganar entre 60 y 80 dólares la hora en Colombia, Panamá o Aruba, por lo cual es imposible que estén cobrando solo 1.800 soberanos en Venezuela” explica la chica de negocios al destacar que hoy día no quedan muchachas con ese perfil que estén trabajando en el mercado nacional.
Otro aspecto que delata la estafa –explica la profesional- es que el texto asegura que tienen todos los papeles de salud “en regla”, pero contradictoriamente declaran que las prestadoras de servicio están dispuestas a complacer solicitudes “sin límite” como sexo oral sin protección o con múltiples hombres al mismo tiempo, lo cual evidentemente implica un grave riesgo de contraer enfermedades mortales como el VIH.
La joven que ya no ejerce la prostitución en el país asegura que el tema monetario prácticamente ha acabado con el ejercicio de su oficio en bolívares, por lo que probablemente todas las ofertas de este tipo en internet o redes sociales se tratan de estafas ya que si cumplen, “por lo general, lo que termina recibiendo el cliente no se parece ni remotamente a lo que se ofrece en las fotos”.
Redacción: Luis Ricardo Pérez P.
Foto: Archivo