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Producción avícola “merma” hasta un 90% por “azote” del hampa

¿Se pregunta por qué cada vez hay menos pollo y huevos en el mercado? La respuesta no es tan obvia como parece. Según representantes del sector avícola, la diaria incursión del hampa en los centros de cría de aves ocasionó la merma de hasta el 90% de la producción.

La información fue suministrada por voceros del sector avícola, quienes eligieron resguardar su identidad por razones obvias. Sin embargo, los informantes representan unas 12 empresas productoras, que funcionan en un perímetro de 35 kilómetros, que va del kilómetro 18 al 44 de la Vía a Perijá.

De la amplia zona, las empresas más afectadas se ubican en el kilómetro 25, por su cercanía con una comunidad rural indígena llamada El Remolino, donde habitan los miembros de una banda armada que se organizó poco a poco a lo largo de dos años.

Actualmente, las incursiones armadas dentro de las propiedades de los productores suceden a diario, de día y de noche. “Fuego contra fuego”, los empresarios intentan combatir a quienes los despojan de material estratégico eléctrico, además de animales, insumos, maquinaria, vehículos y todo lo que puedan llevar.

Un problema que mutó

Según los informantes, los primeros robos se registraron hace unos dos años. “Eran ladrones que se metían a las granjas y se llevaban lo que podían cargar en las manos, por ejemplo cuatro pollos vivos”.

Sin embargo, los hampones se fueron organizando y en una oportunidad lograron despojar de su arma a un vigilante. Este evento sirvió para que el problema de seguridad se convirtiera en una pesadilla.

Los ladrones comenzaron a adquirir armas, motos y un sistema de comunicación más sofisticado. Ahora entran a las propiedades en grupos de entre 15 y 25 personas, someten al personal de seguridad y se llevan cables, transformadores, máquinas y todo lo que les sirva para vender.

El daño mayor lo hacen cuando se llevan material estratégico, porque cada empresa debe reponerlo y es costoso. Muchos productores tuvieron que cerrar núcleos de producción, al no poder ponerlos operativos de nuevo.

Los voceros aseguran que durante las incursiones se registraron heridos y hasta asesinados por herida de bala. También recalcan que la situación pone en riesgo no solo los bienes materiales, sino la vida de los trabajadores.

La producción avícola mermó hasta un 90%

Los continuos robos de material estratégico, insumos y maquinaria lograron reducir la producción avícola a un 10 por ciento. La fuente cita un ejemplo real. “Una empresa tiene tres centros de producción parados, porque las banda desmanteló el lugar. Entre los tres núcleos se suman 32 galpones con capacidad para 20 mil aves cada uno”.

Si se multiplican las 20 mil aves por los 32 galpones da un total de 640 mil aves, cada una con un peso promedio de dos kilos cada una, arroja un total de un millón 280 mil kilos de pollo que se dejan de colocar en el mercado, cada 40 días.

Otro ejemplo tangible es de una empresa que tenía la capacidad de “sacar” a diario 10 camiones con dos mil 700 aves beneficiadas cada uno, ahora solo tiene la capacidad de completar un camión.

El resguardo tiene sus grietas

Los productores avícolas conocen el perfil de sus enemigos: un grupo armado de unos 25 individuos, con edades comprendidas entre los 17 y los 22 años, de la etnia wayuu y en su mayoría consumidores de estupefacientes.

El resguardo de la zona lo realiza la Guardia Nacional con el apoyo del empresariado. Sin embargo, los efectivos carecen de los medios suficientes para aplicar un monitoreo constante en una zona tan amplia. De resto, no existe patrullaje policial, sobre todo entre los kilómetros 18 al 56.

“Debemos reconocer que la Guardia tiene sus puestos de control, pero carecen de vehículos para movilizarse, así que cuando sucede un robo, ellos llegan al sitio hasta 40 minutos después”.

También se evidenció que la banda de ladrones posee medios para vigilar las adyacencias y advertir cuando los cuerpos de seguridad se aproximan, para poder retirarse del lugar y no ser “pescados” en flagrancia.

Un trabajo conjunto podría ser la solución

Cada empresario contrata personal de vigilancia, pero muchos trabajan desarmados y en ningún caso superan en número a los ladrones. También hay casos de vigilantes que son interceptados en la calle por los antisociales, quienes los amenazan y les ofrecen dinero para que “colaboren”.

En vista de que la situación de peligro y vulnerabilidad se mueve como una bola de nieve y crece más cada día, los productores avícolas decidieron aliarse y buscar ayuda juntos. Ya tuvieron varias reuniones con los cuerpos de seguridad como la Zodi, el CICPC, el Conas, la Guardia Nacional y la Política del Estado, sin embargo las acciones no se concretan.

Los empresarios estiman que aún es posible recuperar el terreno perdido. Solo basta la acción conjunta de los cuerpos de seguridad de la mano con los productores, en un esfuerzo que sostenido en el tiempo sirva para replegar definitivamente a las bandas armadas.

 

Redacción: Reyna Carreño Miranda

Fotografía: Archivo

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