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«Sí va» el financiamiento en dólares para adquirir una propiedad en Maracaibo

La hiperinflación que vive el país, está empujando inevitablemente hacia una dolarización abierta de la economía nacional. Aun en el comercio formal pueden observarse alimentos, mercancías, servicios y honorarios expresados en moneda local, pero que nadie se engañe; su base de cálculo es volátil, verde, crujiente y porta la efigie impresa de próceres norteamericanos.

Esta realidad no es nada nueva; especialmente en el mercado inmobiliario, donde ya desde hace mucho las propiedades se negocian en divisas, aunque el documento protocolizado y registrado muestre montos traducidos a bolívares para cumplir con leyes de reciente data; sin embargo la inminencia de una despenalización de la operaciones en moneda extranjera, está abriendo las puertas a que importantes actores del mercado de bienes raíces, ofrezcan financiamientos en dólares, para la compra de viviendas a estrenar.

Maikel Koussa, asesor inmobiliario de la reconocida firma internacional Remax Hogar, explica que está modalidad está comenzando a tomar auge en el mercado zuliano, gracias a iniciativas de prestigiosos grupos constructores de la región, que han buscado la forma de reinventarse ante las nuevas realidades del entorno-país.

“En este momento los principales consorcios de la construcción en la ciudad (algunos con una trayectoria superior a los 60 años), están trabajando con Remax y otras firmas inmobiliarias para ofrecer sus obras ya listas -en gris- con un financiamiento a 60 meses, dando una inicial del 10% y el resto para pagar en 60 cuotas mensuales”, precisa Koussa, antes de aclarar que dichas transacciones se están efectuando netamente en divisas, a pesar de que el marco normativo para formalizar esta modalidad de pago está en plena evolución.

El asesor de Remax Hogar, explica que el tema legal “todavía es álgido” ya que las constructoras están buscando las forma de plasmar en forma documental estas operaciones en divisas, pero en el presente contexto la principal garantía para el comprador son el prestigio y trayectoria de las constructoras y empresas inmobiliarias involucradas.

Por si quedara alguna duda, obviamente no se trata de viviendas de interés social sino oportunidades de inversión para quienes tienen capacidad de ahorro en moneda extranjera y buscan opciones que se revaloricen con el tiempo.

“Una de las ventajas es que el precio sería congelado y por otro lado se trata de una constructora que tienen propiedades en edificios ya listos, las cuales ahora desean comenzar a vender para construir un flujo de caja que les permita continuar con los proyectos siguientes”, señala Koussa al defender que estas empresas han optado por buscar formas que les permitan seguir apostando por el país y la ciudad en vez de empacar sus cosas y emigrar.

La mayoría de las transacciones que se concretan bajo este esquema se hacen entre personas que ya conocen la seriedad de la constructora -bien sea por referencia o experiencias previas-  mientras que en los casos donde no existe una confianza ya consolidada, empresas como Remax Hogar aportan su reputación nacional e internacional, para brindarle más tranquilidad al comprador, explica Maikel.

Según el especialista en compra y venta de bienes raíces, los principales agentes del mercado, así como otros sectores de la economía nacional (comercio e industria) manejan informaciones que apuntan a que están por anunciarse unas 11 modificaciones a la normativa cambiaria, que permitirán entre otras cosas transar legalmente con divisas en el país, pero mientras esto llega, el financiamiento dolarizado de inmuebles nuevos sigue siendo un pacto entre caballeros.

“Ya me he reunido con algunos clientes que están interesados en esta modalidad y para ir avanzando mientras se define el marco legal se les da un recibo donde están los datos de ambas partes y en el cual se refleja la cantidad de dólares que se están entregando y las cuentas a las cuales se está abonando y ya cuando exista una estructura legal, se puede firmar”, detalla Maikel al reiterar que la base de todo es la confianza mutua, aunque reconocidos bufetes de la ciudad participan en la asesoría para que las partes estén legalmente protegidas.

Koussa resalta que el proceso se asemeja a los sistemas de crédito que manejaban tiendas como Imgeve y Tecnisonido, en los cuales la gente abonaba en cuotas y podía retirar el producto al completar el pago, pero aclara que dependiendo del historial del crédito del comprador, la empresa constructora puede considerar la posibilidad de entregar el inmueble mientras aún se está pagando, para que el comprador pueda ir remodelando.

Las cuotas de pago también pueden convenirse en función de la disponibilidad y conveniencia del comprador, en el sentido de que si se desea dar una inicial mayor al 10% se puede acordar menor cantidad de cuotas o menores montos en las mensualidades.

Por ejemplo, un apartamento de 55 M2, con 2 habitaciones, un baño, un puesto de estacionamiento, paredes encamisadas, pisos listos para pegar la cerámica, puertas de baños y cuartos, área de lavandería, unidades para colocar aires Split y amenidades como parque infantil, salón de fiestas y entrada del edificio a doble altura, tiene un precio de $27.500 aproximadamente; es decir que la inicial de 10% serían unos $2.750 dólares y las cuotas mensuales quedarían en $400.

“Esto representa 100 dólares semanales que se traducen en 5.000 anuales, y te están dando 5 años para pagarlo a un precio congelado”, apunta Koussa al destacar que hay zulianos que decidieron emigrar y ahora están percibiendo ingresos en dólares, que ven esto como un plan de inversión para tener donde regresar a su país una vez que las cosas mejoren económicamente.

 

 

Redacción: Luis Ricardo Pérez P.

Fotografía: Archivo

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