Ritz Hogar baja la Santamaría y pone su «envidiable» local en venta
Por casi 20 años ininterrumpidos, la Navidad había llegado prematuramente a la esquina de la calle Dr. Portillo con avenida Delicias de Maracaibo, gracias a las enormes vitrinas de la tienda Ritz Hogar que atrapaban las miradas de conductores y transeúntes con sus decoraciones, mobiliario y artículos domésticos importados para llenar de brillo la temporada, pero este año -a escasos dos meses de las fiestas- lo único que está en venta en la reconocida tienda es su inmenso local, exhibidores y algunas mercancías remanentes en el casi extinto inventario.
Fuentes allegadas a la familia Lima Do Santos (de origen portugués) propietaria de la tienda, cuentan a TuReporte que desde mediados de septiembre el negocio de la calle 78 con Av. 15 está cerrado al público en general y solo atienden a emprendedores y decoradores interesados en comprar estanterías y vitrinas, así como platones y guirnaldas con motivos navideños.
Sin gente ni mercancía
“La mayoría del personal de venta que trabajaba en la tienda emigró hacia Colombia y Perú, mientras que los de mayor confianza se incorporarán a la operación de Super Ritz 72, que es de los mismos dueños” indicó la fuente consultada por este medio, al agregar que la poca mercancía que quedaba se ha ido trasladando también al supermercado donde hay un pasillo dedicado a artículos del hogar.
Distinto a lo que ha ocurrido en otras empresas de larga trayectoria en la región, las razones de cierre no están asociadas a las recientes medidas presidenciales del llamado “Plan de Recuperación Económica” y el aumento de salario mínimo, aunque las mismas sí ayudaron a acelerar una decisión que ya estaba tomada desde hace más de un año.
El principal obstáculo que dio al traste con la tienda fue la dificultad y altos costos para reponer inventarios. La falta de acceso a dólares preferenciales y los controles que impedían ajustar el precio de mercancías que hubiesen sido adquiridas con divisas compradas a precios de fechas pasadas, poco a poco fue paralizando la facturación, hasta que finalmente los propietarios desistieron de continuar con el modelo de negocios.
En cuanto al enorme local con un piso de venta de aproximadamente 900 M2, distribuidos en dos niveles, éste se encuentra publicado para la venta en un precio de $800.000 a través de la franquicia de asesores inmobiliarios RE/MAX Millenium, tal como puede evidenciarse en la desolada vitrina que mira hacia la avenida Delicias.
Razones de sobra
La motivación para disponer definitivamente del local, en lugar de abrir otra sede de Super Ritz o alquilarlo, pareciera confirmar rumores que circulan desde hace ya algún tiempo en el sector comercial de la ciudad, que hablan de una disposición de los dueños a emigrar (probablemente de vuelta a Portugal), si las condiciones económicas no tienden a mejorar antes de que el negocio de la venta de víveres también se haga inviable.
Cabe destacar que a finales de septiembre de 2010, Aniano Lima Do Santos, copropietario de Super Ritz 72 y Ritz Hogar fue secuestrado y liberado a principios de noviembre de ese mismo año en las inmediaciones del jardín Los Bucares, hecho tras el cual decidió radicarse fuera del país.
Otras complicaciones que en fechas más recientes han agobiado a los empresarios lusos, son las inspecciones por parte de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDDE), como la que se efectuó en enero de este año para verificar denuncias de sobreprecio.
Según los allegados, este tipo de situaciones ayudan a entender por qué se pone en venta un local «envidiable», situado en una de las zonas comerciales de mayor afluencia en la ciudad a pesar de que las condiciones actuales del mercado inmobiliario obligarían a aceptar por un valor menor al real.
La situación, aunque desafortunada para los actuales dueños, también representa una oportunidad bastante atractiva para quienes tengan el capital y la disposición para seguir apostándole al futuro y al país. ¿Habrá quien los compre? …Ya veremos!
Redacción y Fotografía: Luis Ricardo Pérez P.