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MDTicket: se “montó en la tarima” de los eventos con un monopolio que tiene nueve años

En la industria del entretenimiento la ganancia se determina cuando se baja el telón. Es un negocio de riesgos, donde se apuesta todo a llenar al menos un tercio del aforo, con la única garantía de que la experiencia y la intuición sean las estrellas de la velada. Lo más importante es responder por la inversión del público, el resto invariablemente se transforma o en dividendos o en aprendizajes.

Cuando José Rondón comenta que su empresa le hizo “la camisa a la medida a los espectáculos en Maracaibo”, sabe muy bien a lo que se refiere. Él es el creador de MDTicket, la primera taquillera marabina que llegó hace nueve años con una propuesta extraña y dudosa para el show bussines local.

A fuerza de tropiezos y altibajos, el empresario logro “cambiarle el chip” al público y a los productores, para convertirse en la pieza indispensable de todo evento y pasar de la tradicional taquilla “a pie”, en dos o tres lugares específicos y con dinero en efectivo; al rápido y fácil expendio on line, con pago electrónico o por transferencia, que ya ocupa el 70 por ciento de la venta de boletería.

La empresa inicio con la idea de proveerles material de publicidad a los productores: vallas, pendones y tiques. Pero en el camino, Rondón observó las dificultades que entrañaba el acto de vender y cobrar las entradas. Entonces se propuso hacerles “la vida más fácil”.

Su primera inversión fue adquirir una plataforma Colombiana. “Nos estafaron. Creímos comprar un desarrollo y en las letras chiquitas decía que solo era una licencia de uso”. Cuando comenzaron a exigir más de los programadores, para poder crecer, la trasnacional sacó ese as de la manga y perdieron la inversión.

“Aprendimos. Fue entonces cuando contratamos una empresa de Estados Unidos que desarrolló la segunda plataforma. La producción la hice yo y mi esposa se encargó de la administración. Crecimos y nos adaptamos a los requerimientos del público marabino. Hoy día el desarrollo y Know how es un sello ideado por nosotros”.

El riesgo como aliado

Cuando salieron a escena nadie apostó a que tendrían éxito. Corría 2010 y a la ciudad solo venían empresas grandes con magnas presentaciones. “Nos estrenamos un 16 de marzo con Caramelos de Cianuro, en el aula magna de la Universidad Rafael Urdaneta. Fueron dos llenazos”.

Pero esa no es la norma. Para Rondón los eventos implican un riesgo, donde se desconoce si hubo ganancias hasta que el artista se va, por eso la improvisación no funciona. “Decir ‘yo creo que esta entrada puede valer tanto’ es un error”. Trabajar con un presupuesto y conocer el comportamiento de la taquilla minimiza el nivel de peligro ante un fracaso.

El 100 por ciento de aforo es un sueño. Rondón asegura que completar el 50 por ciento de la asistencia es un éxito, pero la media es llenar un 35 por ciento de la capacidad del lugar. Con eso se debería recuperar la inversión.

“Hay batacazos que llegan al 60, 80 o 100 por ciento de asistencia y se transforman en fenómenos, pero no todos son así. A veces me pregunto ¿Esto venderá? Y al final me sorprendo gratamente. Yo vivo de vender entradas, mi comisión es por boleto y si me caso con un productor, o ganamos o perdemos los dos. Cuando hay un fracaso me queda el aprendizaje, la experiencia”.

Andar en cuatro patas

Un evento es una mesa con cuatro patas: publicidad, patrocinantes, relaciones y el artista. Así, en ese orden. “El artista es parte, pero no lo es todo. Si no lo publicitas la gente no se entera. Necesitamos también aliados que nos ayuden a soportar la inversión y obtener por intercambio cosas como pasajes de avión, hospedajes y comidas”.

Las relaciones estratégicas también entran en el repertorio. “ya nos conocen, así que podemos obtener tarifas preferenciales en los medios de comunicación para la publicidad y promoción. Entonces, si tiene tres patas o una esta floja, no se puede poner el peso de ese lado, hay distribuirlo para que no se caiga”. Lo ideal es tener cuatro partas firmes.

Para Rondón, un factor importante en su permanencia como empresa es que son garantes del dinero del público hasta que comienza el espectáculo. “Al productor le pagamos cinco días después de la presentación, por eso es necesario contar con respaldo financiero para cubrir las necesidades básicas que son el pago del artista y la locación, además del hospedaje y los boletos”.

Venezuela no tiene una ley que regule a las tiqueras, pero el empresario considera que es su responsabilidad. “Si le entregamos el capital a alguien que no tiene respaldo económico, podemos perder hasta la forma de caminar”.

Probar el sonido

En su evolución previa en taquilla, los eventos hablan, solo hay que escucharlos y entender lo que dice. “Hay unos que hablan pacito, te dicen al oído, otros no dicen nada y entonces es cuando me preocupo”. Rondón hace referencia a cómo la frecuencia de las ventas de entradas, desde que se anuncia el show, pueden medir la aceptación y predecir el éxito o fracaso final. “Es como la lluvia, va goteando, si no es así, algo no está pasando o algo no estamos haciendo”.

En este negocio hay público para todo y no existen los clientes pequeños. “No rechazo a nadie, he manejado convocatorias de 20 personas. Así crecí, cuando yo era pequeñito fueron esos clientes los que me apoyaron y me dieron la oportunidad de ser lo que soy hoy”.

Nuevos tiempos

Las experiencias exitosas le sirven de inspiración a esta empresa que hoy en día está enfocada en traer a la ciudad las nuevas tendencias mundiales, como el uso de códigos QR en lugar de tiques. “Ese es nuestro próximo paso, tenemos desarrollada toda la plataforma inicial con los proyectos pilotos, para demostrar que si se puede, que la tecnología da para más. Apostamos a que Venezuela siga siendo cosmopolita”.

Además, MDTicket tiene a Chile en la mira, porque allá está “la mitad de Maracaibo”. Este salto responde a las necesidades de expansión y crecimiento, ya que la empresa trabaja con recursos que no están en Venezuela y que se pagan con moneda extranjera.

“En Chile ya comenzamos a desarrollar la plataforma de pago con los bancos de allá, registramos la empresa, compramos el dominio y en un mes estaremos al aire. El resto es buscar y concretar alianzas”.

El show continúa

“Los éxitos y los fracasos son parte de las coyunturas del momento. Hace dos meses nade apostaba por hacer un evento y los arriesgados perdieron hasta los pantalones. La gente se enfoca en la crisis y cree que no puede tener vida, pero pocos saben que, por ejemplo, durante la Guerra Mundial se presentaban óperas y se llenaban”, recuerda Rondón.

En medio de los inconvenientes económicos del país, MDTicket vive del disfrute y le provee vida a cientos de personas. “El entretenimiento le da de comer a mucha gente, nosotros somos 22 personas, pero tras bastidores hay un montón, cada quien desde lo que hace debe llevar comida a la casa”.

El último trimestre de este año comenzó a moverse con varios proyectos en puerta. “Si te caes tienes que levantarte, porque la vida es un emprendimiento, donde lo único que tenemos es nuestro nombre y cada día hay que pulirlo y sacarle brillo. Los espectáculos aún son rentables en Venezuela y podemos hacer muchas cosas más, porque cuando la gente se divierte nosotros estamos trabajando”.

Más información:

Instagram y Twitter: @mdticket

Página: mdticket.com.ve

 

Redacción: Reyna Carreño Miranda

Fotografía: Agencias

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