Dolartoday le «amarga la vida» a promotores inmobiliarios de Maracaibo
Quizás la mejor forma de entender esta relación de causa-efecto sea explicando el negocio de la construcción de obras de interés comercial y urbano en términos agrícolas.
Los nuevos códigos de construcción e incentivos fiscales que adelanta la municipalidad a través de ordenanzas como la de 5 de Julio y Zona 3, constituyen una especie de arado y abono que busca fertilizar los terrenos para la inversión, pero para que los proyectos germinen, también necesitan de un riego abundante con recursos provenientes del crédito bancario, así como un estable clima cambiario, que no recaliente y evapore el valor del bolívar, generando aridez en el mercado.
Entre el pasado 30 de julio y el 4 de agosto del presente año, el termómetro de la cotización no oficial reflejado en la página de referencia dolartoday.com saltó de Bs.10.389 a 18.982 por dólar (82,7%), desatando un verdadero cataclismo en el ecosistema financiero nacional. Una semana más tarde el indicador descendió a Bs.10.987, pero en solo un mes volvió a escalar hasta la febril cifra de 18.470 bolívares.
Ojala que llueva
Nelson Quintero Weffer, presidente de la Cámara Inmobiliaria del Zulia, explica que en estos momentos la mayoría de los grandes proyectos de la ciudad, concebidos en el eje vial de la calle 77, se encuentran esperando a que pase la “sequía financiera”, provocada por la inestabilidad del dólar y la subsecuente depreciación del bolívar.
“Muchos proyectos se han generado pero los promotores están muy preocupados y pocos quieren activarse, porque son obras de una envergadura muy grande. Con el cambio en la moneda, el acceso al crédito bancario para comenzar proyectos de esos no se ve por ningún lado” afirma el ingeniero civil especialista en gerencia.
El mayor obstáculo está en que el financiamiento bancario no alcanza para equipamiento y edificación. “Si un promotor accede a una cifra de millones de bolívares, eso tal vez pueda sonar como mucho, pero cuando lo llevas a dólares para buscar ascensores, escaleras y aires acondicionados, resulta que no es nada. Los bancos tienen un límite para prestarte y eso ha deformado todo” ilustra Quintero Weffer.
Para el titular del gremio inmobiliario, los incentivos que promueven la Alcaldía de Maracaibo y el Concejo Municipal a través de ordenanzas, hacen atractivo el emprendimiento urbanístico, pero son insuficientes, ya que el interés del inversionista se difumina si no hay unas condiciones de mercado que garanticen “una buena cosecha”. En términos prácticos eso se traduce en que la gente tenga el poder adquisitivo para comprar en la tiendas, comer en los restaurantes y alojarse en los nuevos hoteles que se vayan a edificar.
“Estas condiciones adversas frenan a los inversionistas, al hacerles dudar sobre si es el momento oportuno para hacer o no una inversión” remata Quintero, al señalar que para el sector de bienes raíces es particularmente difícil calibrar la rentabilidad futura en escenarios volátiles, porque los proyectos se estipulan generalmente a tres o cuatro años, y en ese tiempo “te puede cambiar la vida”.
Pronóstico de inversiones
En un rápido balance de las principales obras pautadas para el bulevar 5 de Julio, el presidente de la Cámara Inmobiliaria indica que el proyecto de Maximall, que se ubicará en los terrenos de la antigua sede de Gina, avanza en la culminación de permisologías para la construcción, pero sus desarrolladores evalúan el entorno cambiario para reprogramar sus cronogramas de ejecución, ya que estaban casi listos para arrancar cuando los frenó la última escalada del llamado “paralelo”.
Mall Plaza 5, que estará diagonal al Seniat, ya tiene listo el terreno y solo espera por el nuevo marco regulatorio municipal (que debería salir esta semana); sin embargo Quintero destaca que la última palabra sobre el inicio de obras la tiene el propietario, Antonio Moschella, quien ya está adelantando la construcción de espacios de oficina en el antiguo edificio de Enelvén. El otro proyecto de este grupo corresponde a un hotel que se ubicaría en las inmediaciones del edificio Las Laras, pero no hay señales concretas de que lo activarán.
A juicio del especialista en el mercado de propiedades, el más inminente de todos los desarrollos del bulevar, es Terraza 77, situado en la esquina de la avenida 3F. Dicho proyecto ya se terminó en consonancia con las nuevas variables urbanas contempladas en la Ordenanza 5 de Julio y por ello solo espera su promulgación para comenzar operaciones con algunas marcas anclas, que luego irán llamando a que otras tiendas se instalen.
Pese a las dificultades, Quintero Weffer rescata que lo más importante es reconocer que todo lo que está ocurriendo (o latente) en términos de desarrollo urbanístico en la ciudad, “nos está preparando para la Venezuela que todos queremos”, por ello hace votos para que los problemas políticos y económicos puedan sortearse en tiempo perentorio, a fin de invocar un clima de inversión que revitalice la prosperidad en Maracaibo, la región y el país.
Redacción y fotografías: Luis Ricardo Pérez P.