El C.C. Olímpico: La cuna donde nació el emporio de la construcción Angelini
Hace 50 años un terreno, un proyecto y dos hermanos dieron origen a un ícono de la arquitectura comercial que hoy luce tan vigente como los sueños e ideales que los Angelini trajeron a Maracaibo desde su Italia natal.
El Centro Comercial Olímpico, ubicado en la esquina de la calle 77 (5 de Julio) con la avenida 13A es más que un brillante ejemplo de la arquitectura moderna que José Hernández Casas le dejó en su extenso legado a la ciudad; también fue el punto de partida para una empresa que durante medio siglo ha sembrado a la capital zuliana con más de 100 edificaciones comerciales y residenciales.
Ola de oportunidad
Entre los años 60’s y 70’s la bonanza petrolera desató en Maracaibo una transformación que redistribuyó el uso de los suelos e incrementó la densidad de una urbe que comenzaba a crecer verticalmente con grandes proyectos multifamiliares.
Ese mismo proceso estuvo acompañado por una proliferación de centros comerciales como compactos núcleos de consumo para satisfacer en un solo sitio las diversas necesidades de comunidades de una clase media en expansión con creciente poder adquisitivo.
Fue en este contexto que los hermanos Francesco y Mario Angelini, quienes habían llegado al país a dedicarse a la industria metalmecánica, vieron la oportunidad de cabalgar la ola del modernismo urbano, creando un especio innovador y llamativo en un punto estratégico de la ciudad.
El lugar designado fue un terreno comprado a la antigua Enelvén canadiense, situado sobre 5 de Julio, la principal arteria vial que conectaba al este y oeste de la ciudad, y a pocos metros de la avenida Delicias que transitaba en un eje norte-sur con gran afluencia vehicular.
Diseño innovador
Ya para la época Hernández Casas era más que una referencia establecida como el precursor del modernismo arquitectónico en Maracaibo. Su portafolio contaba con obras emblemáticas como los edificios Montielco (1956), Matema (1957), Don Matías (1959), el proyecto piloto de la Ciudad universitaria de LUZ (1962), el Edificio Regional -sede del Citi Bank- (1966) y el Banco de Maracaibo -actual sede del Seniat- (1967).
El diseño curvo y limpio que se inspiraba en el aspecto de un estadio rodeado de estacionamientos (de ahí el nombre de Olímpico), era toda una novedad para el estilo habitual del insigne arquitecto, caracterizado por el uso de estructuras bioclimáticas como antepechos y quiebrasoles que evocaban a maestros europeos como Le Corbusier y Mies Van Der Rohe.
La obra inaugurada en 1968 obtuvo un premio nacional de arquitectura y marcó una tendencia que Hernández Casas llevaría a otro nivel años más tarde con la sede de Fin de Siglo 5 de Julio.
Hortencia de Seijoo, propietaria de La Yeya Music, recuerda que a principios de los 70 el Olímpico era todo un espectáculo y llamaba la atención de muchos clientes con sus escaleras mecánicas que daban la sensación de un espacio “sacado del primer mundo”.
El exitoso proyecto puso a la constructora Inversiones Angelini en el mapa regional, quien continuó destacándose en los años siguientes con obras como el Centro Comercial y edificio Primavera, ubicado en la calle 75 con avenida 13A, el cual fue galardonado con un premio suramericano de arquitectura.
Siempre en la vanguardia
Durante los 90’s y 2000 la empresa se insertó en la tendencia de los edificios multifamiliares de tablillas anaranjadas con más de 15 pisos que dieron al horizonte marabino un aspecto más cosmopolita al estilo de Cali y Medellín.
Hoy la innovación continua con proyectos como residencias Il Tranvia, Picola Europa, Bella Europa, Puerto Vallarta, Don Bosco, Edificio 2073, Costa Esmeralda, Costa Amalfitana, y Terra Mare, que rompen con los esquemas tradicionales y proponen una ciudad más dinámica y colorida con estructuras de volumetrías proyectadas y acentos de color.
En octubre de 2017 la alcaldía de Maracaibo galardonó a Inversiones Angelini con la orden Ciudad de Maracaibo, como un reconocimiento al aporte que la empresa hoy dirigida por los hermanos Ezio y Enzo, ha dado a la modernización de la capital zuliana.
Visión largoplacista
Durante la ceremonia oficiada en el Paraninfo de la Universidad Rafael Urdaneta, Ezio Angelini, presidente de la constructora, destacó una vez más la importancia del legado de los fundadores de la empresa, encarnado en el centro comercial Olímpico.
“Mi padre salió de Italia y llegó a Maracaibo con una mano adelante y otra atrás y una maleta de sueños, después de lograr la compra del actual terreno a la antigua Enelven inició la construcción de tan fastuosa estructura moderna para su inauguración en 1968. Así logró su primer premio nacional de arquitectura. Hoy seguimos siendo una empresa familiar que ha incluido gente muy valiosa que se identifica enormemente con nuestro espíritu de trabajo. Creemos que en Venezuela hay aún mucho por hacer y mucho por crear”, detalló en esa oportunidad el empresario.
El Banco de Venezuela, Optica Caroní, un agente autorizado Movistar, Mi Punto Hogar, Consultores Occidentales Ingenieros, Mail Boxes Etc, y la empresa de seguridad Federales 357 son algunas de las empresas que actualmente funcionan en el centro comercial con fachada de arco.
El Olímpico puede ya no ser el galán más joven de la cuadra, pero se mantiene activo, funcional e impecable como en sus mejores años, lo cual es sin duda un testimonio indiscutible de la visión de largo plazo y la perseverancia de quienes lo hicieron posible.
Redacción y fotografía: Luis Ricardo Pérez P.