Servicios Públicos 

Usuarios de Intercable indignados por el cobro de un servicio «chucuto»

Si la cuenta de atención al cliente de Intercable en Twitter (@intercliente) fuera un canal de televisión, su contenido sería considerado como “no apto para todo público”, ya que los constantes reclamos de los usuarios de (TV por suscripción, telefonía e internet) que ofrece esta compañía, van desde enfáticas y argumentadas críticas, hasta insultos impublicables que harían ruborizar hasta al peor de los sinvergüenzas.

Una vez filtrada toda la bilis, adrenalina y testosterona que se desborda en el timeline de esta compañía de telecomunicaciones, como un ejercicio de catarsis colectiva, el planteamiento de fondo es siempre el mismo: Inter aumenta sus tarifas sin informar y cobra puntal e íntegramente las facturas mensuales, a pesar de que el servicio es deficiente, en el mejor de los casos, o completamente inexistente.

Entre aclaratorias y excusas

Sin importar cuan airada sea la protesta o planteamientos de los afectados, la respuesta de los community managers de @intercliente es siempre la misma: “Recuerda enviar un DM con la cédula del titular. Así podremos ayudarte”.

Una aclaratoria algo más completa pero igualmente insatisfactoria para los clientes que pagan puntualmente sus servicios pero no lo reciben, es el comunicado publicado por la empresa en su blog (http://inter.com.ve/blog/inter-informa/), donde explica que el constante aumento de los precios obedece a que los costos operativos, insumos y recursos –nacionales e internacionales- que usan “también cambian y porque el único modo de hacer sostenible nuestra operación es logrando coherencia y balance entre lo que cuesta producir cada servicio y su precio de venta”.

¿A dónde van los reales?

Inter alega que el dinero de los ajustes representa el “combustible de la sostenibilidad y continuidad del servicio, sobre todo en este momento retador para todo el sector telecomunicaciones”.

Profundizando en el tema, la compañía destaca que los recursos se van en ajustes salariales de su recurso humano, compra de cauchos para los vehículos de servicio técnico y reparación o reposición de equipos robados o dañados por acciones vandálicas.

La misiva de la operadora de cable resalta que hasta el momento han tomado acciones para ir mejorando el servicio, tales como un incremento del 40% en su ancho de banda para mejorar la velocidad del servicio de internet en 2017, la instalación de equipos de segmentación de redes en algunos nodos interurbanos, dedicación de redes exclusivas para el sector productivo y la inversión en equipos para el hogar (cajas, kits satelitales, controles).

Otros gastos fueron dirigidos a la compra de nuevas señales para mejorar la oferta de canales (Sundance Channel, AMC, H2) y la habilitación de Fibra Turbo en algunas zonas de Caracas y el relanzamiento de Fibra 10 para internet de alta velocidad.

En una especie de mea-culpa, Intercable aclara que las mejoras no son perceptibles en lo inmediato, por cuanto para ello requiere de “trabajo, ingeniería, innovación, recursos, comunicación, coordinación, compra y reparación de equipos, contratación de capital humano y en general trabajo sinérgico de miles de personas”.

Sin señal

A pesar del cuidadosamente estructurado discurso, la empresa que ocupa la segunda posición en suscripciones, con una participación de mercado del 15,2% (asegún cifras de Conatel), no se da abasto para resolver el tsunami de reclamos que reciben todos los días.

Tan solo en Maracaibo, sectores como la Urbanización El Pinar, La Lago, Pichincha, Pomona, Isla Dorada, Valle Frío, El Naranjal, Canta Claro, La Paragua, La Limpia, Las Palmeras, Belloso, Amparo, Milagro Norte, Santa Lucía y Raúl Leoni, entre muchos otros reportan fallas que en algunos casos tienen más de dos meses y no han recibido la visita de un técnico, a pesar de haber seguido todos los pasos indicados por la empresa.

La exigencia es unánime, “mejor atención o descuento en las tarifas”, algunos incluso amenazan con acudir a la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (SUNDDE) a exigir sanciones por lo que consideran “una estafa”. Amanecerá y veremos.

 

 

Redacción: Luis Ricardo Pérez P.

Fotografía: Archivo

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