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Mini Cine Uairén, una “huella” que dejó Empresas Urdaneta y nadie ha podido borrar

El furor del cine en Maracaibo fue lo que llevó a Empresas Urdaneta a tener un negocio que brindaba frutos, para esa época, al comprar un espacio que se convirtió en el primer mini cine de la ciudad y que creó amistades que hasta el día de hoy permanecen conectadas por el recuerdo de un proyecto que dejó una huella física aún nadie ha logrado borrar.

Hace 43 años se inauguró el antiguo Mini cine Uairén, ubicado justo al lado de la Residencia Uairén en la Avenida Bella Vista con calle 58, y que fundó momentos que iban más allá de las producciones cinematográficas que allí se veían.

Este mini cine abrió sus puertas y con ellas, su única sala, con la proyección de la cinta “Tiburón” y  que también gozó de mayor modernismo, por ser el primero en ofrecer una película “sensurround”, lo que le permitía a los cinéfilos, una mayor sensación y disfrute; ésta llamada «Terremoto» y que además, fue la primera en desarrollar esta cualidad y se estrenó en 1972, tres años antes de la apertura del antiguo del hermano menor, como así lo llamaban, del cine Roxy.

Los vecinos disfrutaron cada película exhibida, sin embargo, el hecho de que compartiera las mismas paredes con el edificio, hacía que las grandes proyecciones de «Terremoto», no dejara dormir a quienes habitaban en el piso uno, hasta que no apagaran la máquina que realizaba este efecto auditivo.

Los dueños del Mini cine Uairén, también lo son del cine Roxy, de quién también quedó solo el recuerdo del auge que les daba la oportunidad a los marabinos de elegir a cuál cine ir, ya que las opciones eran múltiples y la ubicación de cada uno, permitía que sin importar dónde se estuviese, una dosis de cine se podría tener.

Amistades unidas por un mismo recuerdo

Tener un cine prácticamente propio, por la cercanía y por solo tener que cruzar una calle o bajar las escaleras para llegar a él, hizo que esas cuatro paredes fueran testigo del inicio de amistades que hasta la actualidad perduran y que en sus conversaciones nunca falta recordar lo tanto que disfrutaban siendo niños o jóvenes, mientras veían las películas más taquilleras de la época.

La familia Santaniello era la encargada de ofrecerle a los visitantes, dulces y bebidas. Desde allí, también inició una cercanía, que lleva la misma edad del mini cine, entre ellos y quienes vivieron e incluso, muchos de ellos aún viven, en la residencia que albergaba el espacio donde apostaron para de igual forma, crear su pequeño negocio.

El grupo de hermanos que trabajó arduamente por mantener un éxito del cine en Maracaibo, también fue parte de esas familias que residían a escasos metros de allí (en Residencia Uairén), así que, podían observar la gran aceptación que había causado la apertura de este sitio.

 

Empresas Urdaneta dejó una huella que nadie ha podido borrar

 

A pesar de que a las 5:00, 7:00 y 9:00 PM de lunes a sábado y desde las 3:00 PM los domingos nunca faltó alguien para llenar la sala, la llegada de los centros comerciales y las nuevas modernidades, acabó poco a poco con el mini cine y así, decidió cerrar sus puertas y solo mantener vivo su recuerdo.

El espacio que quedó marcado por una gran huella, intentó ser remodelado para darle un nuevo uso e iniciar un espacio distinto que así como en el pasado, fue testigo de alegrías, contagie de ese mismo sentimiento. Así es como el periodista Argenis D’ Arienzo decide proponer la creación de un estudio de grabación o emisora radial, lo cual, luego de reuniones con los dueños de los apartamentos y  lugar, se procedió a la compra. Este proyecto solo quedó en su mente y se pudo notar tras dejar la remodelación inconclusa, dándole un aspecto nada favorecedor y que mostraba la fachada del antiguo mini cine.

Años luego, se inició una nueva idea que se ha encaminado más, la creación de consultorios odontológicos que hasta la fecha aún sigue sin terminar y que ayudará a determinar si se logró borrar esa huella física que ha estado junto a la sentimental desde 1975 y que nadie le ha podido quitar a Empresas Urdaneta.

El cine independiente cerró tras la monopolización

Poco a poco se pudo observar como el cine independiente tuvo que cerrar ya que, nuevos lugares para la reunión familiar surgieron y las personas preferían ir a disfrutar de ratos variados donde podían comer, comprar distintos productos, antes o después de cada función.

La extinción completa se da con el gran posicionamiento de dos empresas que marcaron el monopolio cinematográfico en el país. Cines Unidos (aunque ya se había fundado para 1947) y Cinex (1998) le dicen adiós completamente, a aquellos empresarios que decidieron en algún momento, ser propietarios de grandes y pequeños cines de la ciudad.

Redacción: Gerardine La Cruz Villasmil.

Fotografía: Cortesía.

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