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Lago Mall: “Nuestra planta se dañó hace seis meses por uso excesivo”

En medio del caos que representan las fluctuaciones en el servicio eléctrico, los apagones prolongados, las subidas y descensos en el voltaje, los centros comerciales confrontan la exigencia de autogenerar su propia electricidad o bajar su consumo. Dos mandatos que acarrean la aplicación de un paquete de medidas adicionales, que desmejoran el servicio y afectan a los clientes.

Al respecto, Wail Asaf, presidente de la Junta de Condominio del Lago Mall, relata que la planta eléctrica del centro comercial se dañó en octubre de 2017. “Es un equipo diseñado para cubrir en emergencias, no para uso continuo durante largos periodos de tiempo. El año pasado estuvo encendida durante 580 horas y se le partió el aspa, hemos hecho lo necesario para repararla, pero es un equipo americano y los repuestos son costosos y se traen de Estados Unidos. Ya los trabajos están adelantados y se estima que en tres semanas esté lista, pero no podemos encenderla siete horas al día porque se volverá a dañar y resultaría un reto volver a arreglarla”.

Además refirió el vocero, que esta máquina generadora de electricidad funciona con diesel, un combustible que es difícil de encontrar y, aunque es un producto regulado, mayormente se vende en el mercado negro y por un costo elevado. La planta consume 250 litros de diesel por hora.

En general, Lago Mall aplica medidas para cumplir con el “bote de carga” y no sobrepasar el consumo establecido en la resolución número 35 que se reactivó el pasado lunes 30 de abril, donde se establece que los centros comerciales no pueden exceder una demanda energética de un megavatio y si sobrepasan esa norma, deberán autogenerar a través de plantas eléctricas.

“Las escaleras eléctricas están apagadas, solo utilizamos dos ascensores y en cuanto a los aires acondicionados, las fluctuaciones eléctricas los apagan y se tardan horas en encender. el bote de carga lo aplicamos hasta de noche, ya que se dejan muchos equipos apagados para reducir el consumo”, explicó.

Lago Mall posee 175 toneladas de refrigeración, que son equipos nuevos con tecnología de punta, y cuando hay una fluctuación en el voltaje se pagan y automáticamente quedan inactivos por un tiempo específico para prevenir daños. “El bajo voltaje del servicio eléctrico hace que los aparatos no arranquen”, detalló Asaf.

Es oportuno recordar que la medida de restricción de consumo eléctrico fue reactivada por el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, en virtud de los problemas de generación que enfrenta el Zulia y que fueron enmarcados en un plan de “sabotajes” planificados por los partidos políticos Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia.

Al mismo tiempo se creó una comisión para supervisar a los comerciantes. “Todos los centros comerciales tienen que tener su planta de generación y encenderla en el horario establecido, eso les sirve para que la planta no se dañe, porque a veces se daña por falta de uso”, comentó el gobernador del Zulia, Omar Prieto, el pasado lunes 23 de abril, en rueda de prensa.

Daños irreparables

El presidente de la Junta de Condominio enumeró algunas de las pérdidas que han tenido durante los apagones. “De todas las lámparas que iluminan el centro comercial tenemos 218 quemadas por efecto de los bajones y subidas de voltaje. Eran luminarias nuevas. De las escaleras eléctricas dos están quemadas, una desarmada y ocho permanecen apagadas para bajar el consumo. En los últimos meses se quemaron seis bombas de succión y 14 motores eléctricos que movilizan los diferentes aparatos del centro comercial, además también se han averiado algunos equipos de computación”.

Lago Mall trabaja 11.00 de la mañana a 8.00 de la noche. La feria de comida y el cine hasta un poco más tarde, pero la afluencia de visitantes ha decrecido en un 50 por ciento. El centro comercial está integrado por 384 locales, de los cuales un 10 por ciento está desocupado.

“Aquí hacen vida 600 empleados directos y 200 indirectos, más lo visitantes que van a diario, se hablaría de unas mil 500 personas entre trabajadores y visitantes que pasan calor, se quedan sin agua y otras calamidades”, asegura el representante y añade que “los centro comerciales, además de puntos de ventas, significan lugares donde las personas van a resguardarse, a compartir, a escapar un poco de la cotidianidad, ahora la gente no tiene a donde ir”.

El Lago Mall se construyó entre 1992 y 1997, en un área de 45 mil metros cuadrados. La estructura, totalmente cerrada, posee estacionamiento cubierto para medio millar de vehículos y cuatro salas de cine. Está ubicado en la avenida El Milagro, a orillas del Lago de Maracaibo.

Fue un concepto novedoso para la época, porque ofreció un espacio “totalmente climatizado”, conformado por cinco niveles diseñados arquitectónicamente para ofrecer una integración visual con el Lago.

Redacción: Reyna Carreño Miranda

Fotografía: Archivo

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