Educación 

En LUZ el 70% de los que logran graduarse, «se quieren ir»

En los últimos tres años el principal producto de exportación del país no ha sido el petróleo sino los propios venezolanos que huyen de la crisis que amenaza su calidad de vida y supervivencia. En este contexto uno de los sectores más golpeados por la desbandada han sido las universidades, hasta el punto que en días recientes, Elías Jaua, ministro de educación debió admitir a regañadientes que la migración ha dejado a las casas de estudios superiores sin personal calificado, y debemos agregar que también sin estudiantes.

Para tener una visión más completa de este fenómeno, TuReporte conversó con Judith Aular, rectora encargada de La Universidad del Zulia, quien destacó que el conjunto de dificultades que hoy la gente define como “situación país”, ha promovido la migración no solo de estudiantes graduados o recién egresados en proporciones nunca vistas, sino también de profesores.

Avalancha de solicitudes

“A ciencia cierta la universidad en este momento no tiene una estimación de la cantidad de estudiantes que están emigrando tanto antes como después de graduarse, lo que sí sabemos es que un alto porcentaje de los que se han graduado han solicitado sus programas y notas certificadas en el Centro de Documentación e Información y Archivo (CEDIA)”, detalló la Aular.

La máxima representante de LUZ estima que un 70% de los egresados universitarios está solicitando su documentación académica para efectuar trámites de apostille necesarios para validar sus títulos profesionales en otros países.

La situación ha provocado un colapso en la capacidad de respuesta de esta dependencia administrativa, lo cual se evidencia en las largas colas diarias y cantidad de gente que pernocta expuesta a la intemperie y el hampa con la finalidad de garantizar uno de los pocos cupos de atención que reparten en la referida oficina.

Capacidad desbordada

“La capacidad que tiene el CEDIA no está en este momento para dar programas de un día para otro, es muy difícil porque se presentaron varias dificultades como la quema de aires acondicionados y computadoras (a causa de la crisis eléctrica que afecta al estado)” indicó la autoridad universitaria, al recalcar que adicionalmente la renuncia de personal adscrito a esta dependencia ha sobrecargado a quienes prestan el servicio en el área de documentación de LUZ.

María Ocando, médico egresada hace cinco años y con postgrado en cirugía, explicó a este medio que desde el año pasado está intentando certificar su título de cirujano para poder emigrar junto a su familia a España, pero cada vez que viene a Maracaibo para hacer el trámite, las colas y el caos que predomina en el CEDIA la hace regresar al oriente del país con las manos vacías.

“Voy a tener que dejarle un poder a un familiar para que haga el trámite porque no me puedo quedar a esperar que salga este proceso, ya tengo fecha de viaje y eso es impostergable”, aseveró la doctora.

Ante casos como el de Ocando, Aular explica que LUZ y todas las universidades del país están haciendo “un gran esfuerzo” para atender las solicitudes de documentos para la migración, pero las dificultades se han ido apilando a una velocidad mayor que las soluciones que logran idear.

Profesores en fuga

La rectora de LUZ explica que el problema de las renuncias de profesores y la deserción de estudiantes ronda un 40%, por lo que han tenido que activar un plan de captación de recurso docente mediantes llamados a concursos, para garantizar al personal necesario para formar al otro 60% del estudiantado que se mantiene en clases a pesar de las dificultades.

“Siguen aumentando las renuncias (de docentes), prácticamente el 40% de la planta profesoral y de los estudiantes se ha retirado de la universidad, pero estamos abriendo los concursos y está entrando gente nueva, de manera que hay una rotación que garantiza la renovación del recurso académico”, enfatizó Aular de Durán.

Hasta ahora los “esfuerzos” del Gobierno se han centrado en las jornadas de discusión con los gremios docentes a fin de tratar de acordar beneficios e ingresos que logren frenar en alguna medida la estampida de profesores en las universidades, pero nada hay sobre estrategias para asegurarse de que los nuevos profesionales encuentren oportunidades bien remuneradas que les permitan quedarse en el país.

A pesar de las numerosas carencias que tienen nuestras universidades públicas, sus egresados siguen estando entre los mejor preparados de Suramérica, según lo confirman las estadísticas de los Gobiernos como Perú, Argentina, Ecuador y Chile, quienes ahora cosechan el fruto de la inversión que hizo el Estado venezolano.

 

Redacción: Luis Ricardo Pérez P.

Fotografía: Archivo

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