Finanzas 

Comprar dólares y alimentos, vía para ahorrar durante la crisis

  • La fluctuación del dólar paralelo es un feroz aguacero con truenos y centellas
    que ahoga el poder de compra y limpia el bolsillo de la mayoría de la
    población. Tras las elecciones para la escogencia de 545 constituyentistas
    venezolanos el pasado domingo 30 de julio, aumentó la inestabilidad en el
    precio de la moneda, marcada en redes sociales por el dominio Dólar Today y
    la falta de controles del Gobierno nacional.
    El precio de la divisa paralela rige la economía por la falta de dólares en el
    mercado. Hasta este lunes se situó cerca de los 16.480 bolívares por dólar,
    pero de los 12.197, 74 bolívares de hace ocho días llegó a ubicarse en los
    18.982, 93, una locura si se toma en cuenta que el salario mensual más el bono
    de alimentación en Venezuela representan 250.531 bolívares, solo 15,02
    dólares mensuales y 0, 5 diarios.
    Alberto Castellano, economista y profesor de la Facultad de Ciencias
    Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia, recomienda comprar
    “monedas duras” o blindadas para sortear el desplome del bolívar a causa de
    la ascensión sin control del llamado dólar negro.
    Especialistas estiman que el incremento del tipo de cambio guarda relación
    con la baja oferta de dólares en los mecanismos oficiales y a las expectativas
    negativas que tiene la población sobre lo que sucede en el país.
    Sólo en una semana, de acuerdo con las estimaciones de economistas, la
    depreciación de nuestra moneda fue de 45,26 por ciento. El bolívar se hunde
    en una fosa común.
    “Si la persona tiene posibilidades de ahorro que no sea en bolívar, hágalo”,
    expresa el académico, especialista en materia monetaria.
    Castellano no tiene dudas de que, en el corto plazo, no se registrará una caída
    en el precio de la divisa y eso se debe a la inestabilidad política en Venezuela.

Productos por cantidad
El jueves 3 de agosto el presidente Nicolás Maduro anunció que ordenó a la
Superintendencia de Precios Justos (Sundde) arrestar a los comerciantes que
vendan productos con precios basados en el dólar negro. Aun así esta semana
muchos comercios ajustaron varias veces sus precios, a propósito del aumento
de las divisas en el mercado paralelo.
Cada semana aumentan los precios de los productos básicos, según el índice
de inflación con el que calculan la variación de precios cada mes. En julio, de
acuerdo con el reporte de la firma Ecoanalítica, el renglón de alimentos
registró un incremento de 39,8%, lo que constituye la más alta variación del
tipo de medición elaborado por la consultora. Por ejemplo, un cartón de 30
huevos que costaba 10.000 bolívares aumentó a 16.000. Un kilo de carne de
primera pasó de 18.000 bolívares el kilo a 24 en ocho días.
Castellano sugiere comprar alimentos, productos no perecederos, medicinas o
insumos de uso doméstico, por cantidad. “El incremento en los precios es
permanente. Comprar un bulto de arroz, de harina, de azúcar, por ejemplo, se
traduciría en un ahorro neto”, refiere.
Jorge Pérez, periodista y padre de un niño de menos de dos años, aplica esa
fórmula con una matemática simple. “El Banco Occidental de Descuento me
aumentó el límite de la tarjeta de crédito de 80.000 a casi 1 millón de
bolívares. Me puse a sacar cuentas y me fui a un local y compré 12 paquetes
de pañales desechables. Cada paquete me salió en 34.000 bolívares”.
Al hacer el cambio del precio en dólares, Jorge habla de 20 dólares por los
paquetes. “Cuando tenga que pagar la tarjeta lo haré al cambio con unos 10
dólares y compré y garanticé por un tiempo un producto que sube de precio
permanentemente”.
Quien venda no repondrá
No solo es comprar dólares o productos. Gustavo Machado, economista y
también profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de LUZ,
alerta sobre la necesidad de proteger los bienes fijos, casa, carro y otras
propiedades. “Ya mantener los activos resulta una proeza cotidiana, desdearreglar una lámpara hasta reparar una filtración. Quien venda un carro o una
casa es casi imposible que lo pueda reponer”, advierte.
Machado cree que pintar una vivienda o reparar un vehículo sí resulta una
inversión que con el tiempo se traduce en ganancia. “Ese bien se revaloriza. El
dinero no cae en saco roto”.
A los empresarios y comerciantes, el académico les sugiere en la medida de
las posibilidades tratar de resguardarse con la compra de materia prima para,
además de garantizar sus operaciones, evitar una inversión superior en el corto
plazo.

Redacción: Raúl Semprún

Fotografía: Ivan Ocando

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