Finanzas 

Subsidio y contrabando de gasolina le quitan “combustible” a la economía venezolana

Los venezolanos pagan la gasolina a precios muy por debajo de los que fija el mercado mundial, sin embargo, esta regulación, sumada al contrabando del combustible, le generan pérdidas al país. En Venezuela un litro de gasolina de 95 octanos cuesta seis bolívares y el de 91 octanos un bolívar. Este subsidio representa para PDVSA más de 20 millones de dólares diarios invertidos en importar gasolina.

La producción nacional de 75 mil barriles diarios que se destinan para gasolina, no cubre la demanda del mercado interno de 225 mil barriles, expresaron los sindicalista de PDVSA el año pasado. Las dificultades operacionales de las refinerías del país obligan a PDVSA a desembolsar sumas importantes de divisas para comprar en los mercados internacionales los más de 150 mil barriles diarios de gasolina requeridos por el consumo del mercado interno.

Ese volumen significaba una erogación de 15 millones de dólares diarios hace un año. Tomando en cuenta los incrementos en el precio del crudo, desde enero de 2017 cuando rondaba los 45 dólares, a la fecha que cuesta 61,35 por barril, se hablaría de un incremento de al menos el 60 por ciento en subsidios.

El precio internacional de la gasolina de 91 y 95 octanos es de 90 y 100 dólares el barril, respectivamente. De los 150 mil barriles diarios que se importan, 60% corresponde a gasolina de 95 octanos y 40% a la de 91 octanos.

La importación de gasolina representa una pérdida importante para la nación, si se toma en cuenta que cada litro de gasolina de 91 y 95 octanos cuesta 0,90 y 1,59 dólares, pero ese combustible se vende en las estaciones de servicio en seis y un bolívar el litro.

La capacidad instalada nacional de procesamiento de hidrocarburos es de 1,3 millones de barriles diarios, sin embargo, en 2016 apenas se produjo un promedio 400 mil barriles por día, situación que no cambio en 2017 y se incrementa en 2018.

Las plantas catalítica y de alquilación que elaboran gasolina en la refinería El Palito están paralizadas desde 2016, esto imposibilita la producción de 80 mil barriles diarios del combustible que se exportan y consumen en el mercado interno.

Al cierre de diciembre de 2017 se contabilizo el cierre de 323 estaciones de servicio en todo el país, según un informe que reposa en el Comando Estratégico Operacional de la FANB donde también se asienta que solo mil 324 bombas funcionan a media capacidad.

El reporte militar asegura que en los 23 estados y el Distrito Capital cerraron en una semana 323 estaciones de gasolina por la falta de combustible, por estar en mantenimiento o por problemas en la distribución.

El indicador mundial

Los precios de los combustibles en Latinoamérica por litro van desde los 0,03 dólares en Venezuela, hasta los 6.03 dólares en Uruguay, según el sitio GlobalPetrolPrices.com, que hace seguimiento de los precios de los combustibles en más de 150 países y publicó una lista actualizada enero de 2018.

La variación de precios se debe a los diferentes “impuestos y subsidios para la gasolina”. Por ejemplo, las primeras dos semanas del año El Salvador tuvo un leve aumento en los precios del combustible: la gasolina especial aumentó 0,02 dólares; la gasolina regular, 0,01 dólares y el diésel, 0,03 dólares, respecto a los últimos días de diciembre de 2017.

En Uruguay también hubo un alza de 9,8% en los precios de la gasolina y del 4,8% de gasoil. En Guatemala, el Ministerio de Energía y Minas aumentó el precio de los combustibles debido al «alza internacional».

En Colombia, el Ministerio de Minas y Energía no aumentó este año el precio de la gasolina y bajó mínimamente (12 pesos colombianos, unos 0,0003 dólares) el precio del diésel respecto a diciembre de 2017.

En Costa Rica se espera que la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos actualice los precios de los combustibles en las próximas semanas, y en Bolivia, el gobierno no ha anunciado un aumento en el precio de los combustibles, que están subvencionados por el Estado.

“Todos los países tienen acceso a los mismos precios del petróleo en los mercados internacionales, pero se imponen diferentes impuestos. Como resultado, los precios de la gasolina son diferentes”, dice Global Petrol Prices en su sitio web.

La página pone a Venezuela como el país del mundo con el precio por galón de gasolina más barato del mundo, a 0,03 dólares en enero de 2018. A Venezuela le siguen Azerbaiyán (0,89 dólares) y Rusia (1,20 dólares), según Global Petrol Prices.

En promedio, un galón de gasolina en todo el mundo es de cuatro dólares, un dólar por litro. La tendencia mundial es que los países más ricos tengan precios más altos y los países más pobres o que son exportadores de petróleo, tengan precios más bajos, agrega el web site.

Historia de bajo octanaje

En la década de 1940, Rómulo Betancourt  dijo en su libro Venezuela, Política y Petróleo que “era insólito que en el primer país exportador de petróleo del mundo rigieran cotizaciones tan altas para la gasolina y los carburantes extraídos del aceite mineral”.

Durante su mandato interino, entre 1945 y 1948, ordenó bajar el precio del litro del combustible de 0,20 bolívares de la época a 0,10. Desde ese momento la situación no ha cambiado: pocas han sido las veces que se ha modificado el costo del producto.

El último aumento del costo de la gasolina ocurrió en febrero de 2016, después de mantener el precio congelado en Bs 0,0094 por litro durante casi 10 años.

El experto en finanzas del  Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), Andrés Guevara, afirma que el atraso en la actualización de los costos de la gasolina, conforme a los precios mundiales, “ha significado un déficit fiscal enorme que pagan todos los venezolanos al final del día”.

En un análisis de la gestión de Pdvsa en 2016, realizado por el ingeniero Sergio Sáez, del Centro de Divulgación Económica para la Libertad (Cedice), se calculó que la industria petrolera púbica pierde al menos entre 50 y 53 dólares por cada barril de gasolina (que equivale a 159 litros).

A pesar de la creencia venezolana de que la gasolina debe ser barata porque en el país se produce petróleo, en naciones como Colombia y Arabia Saudita, donde también se extrae crudo, los precios se marcan según lo que determine la oferta y la demanda en sus respectivos mercados nacionales y la cotización del barril de petróleo en el planeta.

El experto en finanzas del IESA explicó que si bien los precios congelados dan la sensación de una “gasolina barata”, en la práctica, los venezolanos tienen que pagar a través de impuestos o inflación ese gasto que realiza el Estado.

“Parte del déficit fiscal y de la inflación venezolana tiene que ver con el precio absurdo de la gasolina y sus derivados, que terminan torpedeando el cálculo económico”, aseveró Guevara.

De acuerdo con el último informe financiero de PDVSA, la compañía petrolera le debe al Estado un total de 24.5 millardos de dólares por concepto de subvención de combustible entre 2014 y 2016. Todavía no se conoce cómo serán pagados ni en qué condiciones.

El hecho de no pagar ni siquiera 10% del precio real del combustible, implica que el Estado debe gastar dinero de las reservas internacionales para poder mantener el costo subsidiado del combustible.

El investigador del Observatorio de Gasto Público de Cedice Libertad, Víctor Poleo, advirtió que el retraso por tantos años del ajuste del precio de la gasolina solo le generó al gobierno una deuda que le va a costar pagar, a menos que empiece a vender los derivados del petróleo a sus costos reales.

La transición entre dejar de pagar un precio barato del carburante y empezarlo a vender a costos del mercado internacional puede significar incluso una caída abrupta del consumo, porque los venezolanos no podrían llenar ni siquiera el tanque completo.

Válvula de escape

La Comisión de Economía de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela analizaba en diciembre de 2017 la aplicación de un aumento del precio de la gasolina para principios de 2018, como una medida para combatir el contrabando del combustible, lo que podría elevar su costo de 0,0017 centavos de dólar a 0,70 centavos de la moneda estadounidense por litro, según el economista constituyente David Paravisini, para equipararlo con el precio del combustible en Colombia.

Este incremento, aseguró, iría acompañado de «un sistema de subsidio para los venezolanos». A su juicio, este aumento debería entrar en vigor en el primer semestre de 2018. «Esto podría producir al país, en un primer término, 10 mil millones de dólares, y con las industrias de refinación funcionando al 80 % de su capacidad podrían ser hasta 40 mil millones de dólares a corto plazo».

En la población colombiana de Maicao, todas las estaciones de servicio están cerradas y el abastecimiento se realiza con combustible venezolano que entra por la frontera en pimpinas, toneles, tanques ocultos y hasta camiones. Un venezolano que contrabandea combustible y carne hacia Maicao, asegura que “lo que incautan las autoridades colombianas no es ni el 2% de lo que sale de Venezuela”.

Autoridades colombianas estiman que diariamente los contrabandistas pasan de manera ilegal cerca de tres millones de dólares en combustible, es decir un millón 125 mil galones a través de las 192 trochas que se estiman existen en esta frontera. Es como si todos los días ingresaran desde Venezuela 112 gandolas de PDVSA con capacidad para 10 mil galones de gasolina.

Redacción: Reyna Carreño Miranda

Fotografía: Agencias

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