Marihuana: ¿Está Venezuela preparada para legalizar su consumo, venta y producción?
El pasado 23 de enero se realizó en California, Estados Unidos, el primer retiro espiritual solo para mujeres con barra libre de marihuana, organizado por la empresa estadounidense Ganja Goddness Getaway (GGG), una agencia que nació en 2016 con un primer evento en San Francisco centrado en la Diosa Marihuana, que da nombre a su emprendimiento.
Su fundadora, Deidra Bagdasarian, explica que en sus retiros hay «marihuana ilimitada para fumar». La misión de los eventos es conectar a las mujeres con su mundo interior empleando el cannabis como una herramienta «espiritual y creativa».
Iniciativas como estas son posibles gracias a la legalización del cannabis. Un negocio que toma fuerza poco a poco en diferentes puntos del mapamundi, donde se arraiga como el gran negocio verde.
Este 25 de enero, el ministro de Turismo de México, Enrique de la Madrid, propuso legalizar el consumo recreativo de la marihuana en Baja California Sur y Quintana Roo, dos de las principales zonas turísticas del país que enfrentan violencia, por las pugnas de los carteles de la droga.
«Yo creo que el hacer legal no solamente el consumo, sino también la producción y la venta de marihuana, no de otras drogas, contribuiría, junto con otras acciones, a destinos más seguros», argumentó.
En simultáneo, un grupo de ciudadanos mexicanos, estadounidenses y canadienses, logró conformar la primera sociedad de responsabilidad limitada de la región peninsular: Delta 9 México, que busca impulsar la investigación e importación de productos derivados de la marihuana para fines medicinales e industriales.
El pasado 9 de enero, el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, sancionó la ley que reglamenta la marihuana medicinal y establece el marco legal de producción y uso del cannabis. La ley establece un reglamento para la producción controlada de la planta de marihuana, la cual estará limitada solo al Estado y no autoriza el “autocultivo”.
Pero fue Uruguay el primer país del mundo en legalizar el uso recreativo de la marihuana, desde su siembra hasta el consumo. Ley que se promulgo el 19 de julio de 2017.
Antes, otros países ya habían aceptado el uso medicinal de esta hierba: Canadá en julio de 2014, Brasil en marzo de 2016, Puerto Rico en julio de 20016 y México en diciembre de 2016. Estados Unidos, desde las últimas elecciones de 2016, legalizó el consumo medicinal en nueve regiones.
El capitalismo del cannabis
Actualmente se puede usar marihuana medicinal en 29 de 50 estados que integran USA. Se calcula que el mercado potencial en Estados Unidos habría llegado a 10 billones de dólares en 2017.
La legalización del cannabis en nueve regiones de Estados Unidos produjo cambios económicos y sociales a una industria que se vuelve cada vez más corporativa. La marihuana es el cultivo comercial número uno en California, con un valor estimado de 10 mil a 12 mil millones de dólares y que aumenta cada mes.
Las detenciones y procesos judiciales por la posesión, el cultivo y la distribución de la marihuana se han desplomado desde que los votantes legalizaron la marihuana para adultos en las ocho entidades antes de Vermont, incluyendo Colorado, Oregón, Washington, Alaska, Nevada, Maine, Massachusetts y California, además de Washington, D.C.
Por su parte, la Junta Nacional de Drogas, adscrita a la Presidencia de la República de Uruguay, determinó en diciembre de 2017 que el narcotráfico perdió 18 por ciento del mercado de la marihuana en Uruguay.
A la fecha estaban inscritos más de 17 mil 220 personas autorizadas para comprar marihuana en las farmacias, siete mil 682 cultivadores de cannabis y 70 Clubes de Membrecía para la siembra comunitaria. Según la VI Encuesta Nacional en Hogares sobre Consumo de Drogas en ese país hay al menos 50 mil consumidores de marihuana.
¿Qué tan peligrosa es?
La legalización del uso de la marihuana en diferentes regiones del mundo promovió un estudio de la revista científica Nature, donde se comprueba que el consumo moderado de marihuana resulta 100 veces menos peligroso a nivel de toxicidad que el de alcohol, cocaína o tabaco.
El estudio pone énfasis en que, si las autoridades realmente quieren contrarrestar los efectos negativos para la salud de las drogas blandas, la marihuana no debería ser la prioridad, sino el alcohol en primer lugar seguido del tabaco.
La marihuana posee un margen de seguridad a nivel individual superior a mil, mientras que el alcohol, la nicotina y la heroína se sitúan en la zona de máximo riesgo con un margen inferior a 10. Para graficar el riesgo, la toxicidad de la aspirina queda en 1/30.
Pero que el margen de seguridad de la marihuana sea mucho más amplio que el del alcohol no significa que no sea una sustancia nociva. El delta 9 tetrahidrocannabinol es un psicoactivo potente que al consumirlo afecta a los receptores cerebrales CB1 y CB2 de numerosas estructuras del cerebro, con una serie de efectos neurofisiológicos que dependen de la cantidad ingerida y la frecuencia.
¿Y en Venezuela?
La legalización de la marihuana en Venezuela no ha avanzado más allá de declaraciones dispersas. La falta de propuestas es tan clásica como la opacidad en las cifras de consumo y producción del cannabis, entre otras cosas por el bajísimo interés de la opinión pública sobre el asunto.
“El tema de la criminalización y legalización pasa por diferentes niveles para el uso medicinal o recreativo”, explica el experto Luis Cedeño, de la ONG especializada en temas de inseguridad y tráfico de drogas Paz Activa.
Cedeño señaló que el país “no está discutiendo” la legalización de la marihuana y mencionó que un sondeo realizado en 2014 concluyó que los niveles de interés entre los consultados entonces eran muy bajos.
Indicó que el aspecto de mayor relevancia es el medicinal, pues hay enfermos de cáncer para quienes este es un asunto de interés. “Este es un tema tabú, estamos retrasados en comparación con otros países, a pesar de que es un tema de tendencia mundial”, señaló.
El entonces canciller Elías Jaua calificó a finales de 2013 como una medida “innovadora” la legalización de la marihuana y aseguró que el gobierno evaluaría su aplicación, pero el tema no volvió a ganar titulares.
Apenas un candidato de la Asamblea Nacional Constituyente reflotó el debate. El candidato oficialista Osmar León propuso legalizar el consumo de marihuana en las instituciones universitarias.
Sin embargo, desde 2010 una ley impuso una pena de entre 15 y 25 años de prisión al tráfico de drogas, que se castiga a partir de la incautación de 500 kilos de marihuana. La posesión de la drogas, desde 20 gramos, es penada con entre uno y dos años de cárcel y el consumidor se trata como un “enfermo”.
Las autoridades estimaban para 2014 que en el país, de casi 30 millones de habitantes, había alrededor de 250 mil consumidores “abusivos” de la marihuana y que eran dependientes. Además, vinculaban delitos como violencia psicológica y física al consumo de drogas. Igualmente, sostienen que el 70 por ciento de los homicidios ocurren en enfrentamientos y venganzas, en su mayoría por el control territorial en el tráfico de drogas.
Redacción: Reyna Carreño Miranda
Fotografía: Agencias