«La caída en la producción energética y agrícola impide que Maracaibo tenga un banco propio»
Corría 1882. Un grupo financiero importante decidió crear el primer banco de Venezuela en la capital zuliana, se llamó Banco Maracaibo, una entidad que no sólo fue pionera en el país sino que contó con el prestigio y solidez para celebrar un siglo de funcionamiento. Pero la debacle financiera de 1994 hizo que fuera intervenido por el gobierno de turno. Desde entonces, Maracaibo no ha vuelto a tener un banco que lo represente.
Los zulianos no sintieron otra vez el arraigo que implica tener una entidad propia y que además le garantice seguridad y resguardo a su dinero. «Jamás fue igual, el sentido de pertenencia que teníamos con Banco Maracaibo fue único y seguimos teniendo la esperanza de que algún día volvamos a tener la confianza en una entidad bancaria como en aquellos tiempos, aquí hay bancos que nos han prestado buen servicio, pero los maracuchos necesitamos un banco que sintamos que es nuestro, que lleve nuestra historia grabada», así lo afirma Teodoro Diaz, de 79 años y cliente del banco marabino por casi tres décadas.
Las actividades inconstantes en el sector agrícola y petrolero de los últimos años han propiciado un ambiente adverso para la creación de un grupo financiero con bases fuertes en la región zuliana. Así lo explica el economista Gustavo Machado.
«Los procesos que vivimos de ocupaciones de tierras, por ejemplo, han afectado negativamente a la economía zuliana. La baja en la produccion petrolera también, en el 2000 en la cuenca Maracaibo -Falcón se producían 1.536.000 barriles de petróleo y ya en 2015 bajamos a 706.000 barriles», asegura.
En un escenario donde la producción petrolera y agrícola merma no es propicio apostar al nacimiento de un banco, comenta Machado.
«Se ha ido dando una producción de occidente hacia oriente, ¿Cuál es la incidencia de esto en la conformación de un grupo financiero? Que en la medida en que tú tengas mayor actividad económica es más pertinente que establezcas un banco para facilitar transacciones y créditos, pero si tu nivel de actividad económica es reducido tiene menos sentido que lo hagas», afirma el experto.
El Banco Occidental de Descuento ha llenado ciertos vacíos y es la entidad con la que más se identifica en la actualidad a la región, sin embargo, sus oficinas centrales están ubicadas en El Rosal, Caracas, lo que hace que no sea un banco 100 por ciento marabino, relata el economista.
«No es un banco que está en manos de los zulianos plenamente, porque sus oficinas principales y el despacho de su presidente se encuentra en la capital».
Machado asegura que el Sur del Lago pudiera ser candidato para la creación de una banca propia, sin embargo a pesar de ser una zona con alta actividad económica aún no llega al nivel necesario para una iniciativa como esta.
Desde mediados de los 90 el Zulia no cuenta con un grupo financiero que rescate las memorias del inolvidable Banco Maracaibo, que en sus inicios arrancó con un capital de 160.000 bolívares y que fue emisor de billetes de 20, 40, 50, 100, 200, 300, 400 y 500 bolívares.
Su cierre fue ejecutado bajo el gobierno de Rafael Caldera y encarnó un duro golpe para la vida financiera en la región zuliana.
Machado recalca que a pesar de que el Banco Occidental de Descuento ha hecho grandes esfuerzos, no cuenta con la infraestructura tan representativa del Banco Maracaibo, que actualmente es sede de los tribunales pero que para el conocimiento público de los marabinos se sigue llamando Banco Mara.
¿Quien no ha escuchado de los padres o abuelos las historias de cuando iban al Banco Maracaibo? Era una cuestión de pertenencia, de regionalismo y propia de una época donde era un placer ir con la libreta a actualizar o a retirar efectivo. Es incierto el futuro de una banca propia en la ciudad de la gaita y «La Chinita».
Por: Gabriela Pirela
Fotografía: Cortesía agencias.