Estar asegurado, la mejor inversión ante una crisis
“Es mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo”, nos vendía con su cadenciosa voz el locutor zuliano Gilberto Correa, en un comercial de televisión de una reconocida empresa de Seguro venezolana.
En estos tiempos de crisis las posibilidades de enfrentar una eventualidad que amenace nuestra vida, salud, bienes o inversiones son cada vez mayores, como también son superiores nuestros costos para estar protegidos.
Sin embargo salvaguardar el futuro de la familia, estar preparado para una complicación médica, el robo o pérdida total del vehículo es invalorable y mucho más prioritario de lo que parece.
Las aseguradoras manejan como estrategia de mercadeo que asegurar nuestra vida, salud y bienes, es una inversión acertada y una manera de protegernos ante cualquier contingencia personal o corporativa.
A raíz de la severa crisis económica y financiera que vive el país, la adquisición de un plan de seguro para nuestra familia, mueble o inmueble se ha convertido en una erogación onerosa.
El economista Jesy Espina, corredor de Seguros con más de 30 años de trayectoria en el ramo, se muestra convincente al afirmar que resulta más riesgosos el no contar con una póliza de seguro para enfrentar las contingencias a las que nos exponemos a diario, porque cuando más lo necesitamos es cuando más estamos obligados a tenerlo.
Si bien es cierto que es más económico asegurar tu vehículo que comprar uno nuevo, o tener un seguro de salud con el cual cubrir un problema médico cuyos costos son cada vez mayores, más complicado y riesgoso es negociar con un delincuente que te devuelva tu automóvil que te ha robado, nos indica el experto.
El pago de las primas de seguro se ha tornado tan costoso, que para cubrirlas muchas personas recurren a sus ahorros de toda la vida, a inversiones patrimoniales o financiamientos bancarios para cubrir este gasto imprescindible al momento de prever riesgos y contingencias.
Protegerse es una inversión
A pesar de esa realidad, el economista Espina considera, que estar asegurado es un negocio rentable, si se toma en cuanta el alto valor que tiene enfrentar una fatalidad que ponga en riesgo nuestras vidas, salud, bienes e inversiones.
En este sentido, Jesy Espina nos explica, que las empresas aseguradoras ha afinado su creatividad presentando a sus cliente planes de masificación de los ramos nobles, como pólizas de vida, accidentes personales, funerarios, los cuales se han convertido en una alternativa para sortear los incrementos de las primas,
Así mismo mientras los ramos de hospitalización, cirugía y maternidad y automóviles son manejados con alternativas que buscan hacer resistencia a los altos e irracionales costos que generan el incontrolable espiral inflacionario.
“El mercado asegurador venezolano viene revisando los programas de cobertura para adaptarlos a los nuevos esquemas de costo de los servicios, para los programas de salud y automóviles, acondicionándolos a las necesidades y posibilidades de sus cliente”.
Con su gesticulación y manera de hablarle hace evidente de su capacidad de venta, la cual utiliza para referirnos de manera convincente, que las empresas de Seguro manejan como su estrategia de mercadeo que cubrir los riesgos de nuestra vida, salud y bienes, son una inversión acertada y una manera de protegernos ante cualquier contingencia personal o corporativa.
Seguros, un negocio ante la crisis
Jesy Espina nos reconoce con honestidad, que el sector asegurador venezolano igualmente ha sido impactado por la fuerte situación económica que vive el país, en vista de que las erogaciones por concepto de siniestros cada vez son más elevadas, lo cual ha reducido significativamente su margen de productividad, al mismo tiempo que han menguando las reservas técnicas, como producto del costo siniestro promedio que se genera en el país.
Sin embargo, ante estas expectativas, en momentos de crisis es cuando la gente más se esfuerza para estar asegurado, pues es una de las maneras de hacer resistencia a los infortunios que la vida le puede presentar, como un problema de salud, un fallecimiento inesperado, el robo de algún bien y daños de inmuebles.
El economista manifiesta, que el sector seguro está haciendo uso de su imaginación para contar con herramientas que les permita a los asegurados acceder a programas acordes con sus capacidades económicas y necesidades personales.
Por otro lado, la situación política del país ha provocado que los marcadores de reasegurados con los que cuentan las compañías impongan limitaciones al mercado interno, lo que se traduce en un duro impacto en las tasas de riesgo que existen para cada uno de los ramos que tienen que considerarse.
Sin temor a equivocarse concluye, que en Venezuela sigue siendo un negocio muy rentable la actividad aseguradora. Lo que se necesita es trabajar con sentido de imaginación, que permita ofrecer programas acordes a cada tipo de cliente y área a asegurar.
Redacción: Jogli Vera
Foto: Síntetis