El Petro: ¿propuesta inviable, alternativa al dólar o plan para evitar sanciones estadounidenses?
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció la emisión de 100 millones de Petros, una unidad que el jefe de Estado presentó como «la criptomoneda de Venezuela» y que equivale al valor del barril de petróleo en el mercado internacional, que cerró ayer viernes 5 de enero a 59 dólares.
Maduro también anuncio «la activación y el uso de las casas de cambio virtuales conocidas como los ‘exchange'» y lanzó esta «criptomoneda» como una forma de sortear las sanciones financieras que Estados Unidos dictó contra el Gobierno bolivariano en agosto.
Según el mandatario, en Venezuela hay «50 mil 918 mineros digitales activos», y convocó «para próximo domingo 14 de enero al primer encuentro nacional de los mineros de la criptomoneda el Petro». En esa misma fecha, explicó, se presentará «el acta de nacimiento del Petro venezolano». La minería es la actividad que, mediante unidades con sistemas informáticos, genera criptomoneda y mantiene la tecnología en la que estas se basan.
«Vamos a instalar a lo largo y ancho del país lugares especiales, zonas especiales para la minería de la criptomoneda el Petro y para la minería de todas las criptomonedas que en el mundo se juegan», agregó Maduro, quien el pasado 27 de diciembre destinó los más de cinco mil millones de barriles de petróleo «certificados», que según dijo hay en uno de los bloques de la Faja Petrolífera del Orinoco, como respaldo para el Petro.
¿Un buen plan?
Según un trabajo publicado por el New York Times, funcionarios venezolanos, con la ambición de crear criptomonedas patrocinadas por el Estado, buscan aprovechar la promesa que Bitcoin dio al sistema financiero mundial: nuevos tipos de dinero y de infraestructura financiera, fuera del control de cualquier autoridad central, particularmente de Estados Unidos.
Los planes podrían parecer estrafalarios, incluso en el salvaje oeste financiero de Bitcoin y sus competidores en línea, pero con ellos resaltan cómo el auge de las divisas virtuales está impulsando a los gobiernos alrededor del mundo a repensar los elementos más básicos de sus propias monedas y estructura financiera.
Lo que había parecido como un concepto al margen comienza a ganar cierto nivel de aceptación en el mundo financiero. Varios bancos centrales del mundo, incluidos el Banco de Inglaterra y el Banco Popular de China, han dicho que están pensando en usar la tecnología de Bitcoin para rastrear y emitir sus propias monedas virtuales.
Los economistas y expertos en monedas virtuales han dado al Petro venezolano bajas probabilidades de funcionar de la manera en la que anticipa el gobierno. Eso se debe a que Bitcoin y otras monedas virtuales son sistemas descentralizados en los que nadie está al mando, mientras que el plan venezolano le daría al líder del país una capacidad de control sobre las nuevas divisas. Eso va en contra de algunos de los conceptos más básicos de las monedas virtuales.
Cómo funciona
Todas las transacciones de Bitcoin son registradas en un libro de contabilidad conocido como cadena de bloques, la cual es mantenida por muchas computadoras independientes. El sistema fue diseñado de esa manera explícitamente para evitar a los bancos centrales y a las enormes instituciones financieras.
De la misma manera en que el correo electrónico permitió a los mensajes moverse por el mundo sin ir a través de una oficina central de correos, la red de computadoras que sostiene los registros de Bitcoin permite al dinero moverse sin pasar a través de ninguna autoridad central.
Eso proveería un buen medio para evitar las sanciones, que usualmente son aplicadas a través de regulaciones y reglas de revelación bancaria.
Pero algunos banqueros centrales opinan que emitir sus propias monedas en algún tipo de cadena de bloques podría facilitar a los ciudadanos usar dinero sin pasar por intermediarios como las instituciones bancarias y las compañías de tarjetas de crédito. También podría hacer los registros más resistentes a alteraciones y ataques informáticos.
En un discurso el año pasado, un miembro del consejo de administración del banco central alemán, Carl Ludwig Thiele, indicó que “el estudio conceptual del banco muestra que la tecnología de cadena de bloques puede ser adaptada para cumplir con las necesidades actuales y los requerimientos del sistema financiero”.
Amanecerá y … ¿veremos?
Maduro presentó la idea el 3 de diciembre durante su programa de televisión dominical. El mandatario venezolano reconoció que había monitoreado las llamadas criptomonedas e iba a implementar el Petro, que sería respaldado en reservas de oro, petróleo, gas y diamantes del país. “Para vencer el bloqueo financiero, esto nos va a permitir avanzar hacia nuevas formas de financiamiento internacional”, admitió.
Desde ese momento, el gobierno creó la Superintendencia de la Criptomoneda Petro y designó a funcionarios para gestionarla. Los petros existirán en una cadena de bloques como la que usa Bitcoin, pero su valor derivará de los recursos naturales de Venezuela.
El vínculo entre los petros y los recursos naturales podría ser similar al respaldo que el oro dio a la mayoría de las monedas internacionales hace un siglo. El respaldo podría contrarrestar la hiperinflación que la moneda venezolana, el bolívar, ha experimentado en años recientes debido al aumento descontrolado del dinero por parte del gobierno.
“El país está en una crisis social”, comentó José Ángel Álvarez, presidente de la Asociación Nacional de Criptomonedas, Asonacrip, que trabaja con el gobierno para el Petro. “¿Cómo logramos construir confianza? Tecnología abierta, reglas claras que cumplen con los atributos de la criptomoneda: descentralización, por ejemplo”. Anticipó que en el primer semestre de 2018 se vendería el primer petróleo en petros.
Un mercado en línea conocido como LocalBitcoins ha conectado a venezolanos que buscan comprar bitcoines para sacar su dinero del bolívar, que pierde valor constantemente debido a la hiperinflación. Este año, el número de transacciones en Venezuela en LocalBitcoins se elevó 10 veces, de acuerdo con Chainalysis, una firma de análisis de datos.
Randy Brito, fundador del grupo de Facebook Bitcoin Venezuela, relató que el pasado diciembre él identificó entre 10 y 20 casos en los que venezolanos fueron arrestados al parecer por sus actividades con Bitcoin. Más del doble de los casos que vio en el año previo.
En la mayoría de los casos, comprar cualquier clase de moneda extranjera es ilegal en Venezuela. Eso evita que los residentes saquen todo su dinero del país.
Brito, quien abandonó Venezuela en 2004 y ahora vive en España, comentó que todos en su grupo están conscientes de cómo el gobierno castiga a los ciudadanos por hacer lo mismo que el gobierno está tratando de hacer dentro del sistema financiero.
Redacción y fotografía: Agencias