El Costa Verde languidece de soledad como un centro comercial fantasma
La puerta de la zapatería rechina mientras se abre despacio, movida por la curiosidad de quien busca comprobar que “en esa casa hay gente”. Porque desde afuera la tienda parece desolada, como muchos otros locales del centro comercial Costa Verde. El intruso asoma medio cuerpo dentro del local y dice “buenas”… Adentro, el aire parece detenido y el silencio hace eco en la pared que sostiene unas tres decenas de calzados. En un punto, la puerta choca con una campanita y al momento el dependiente responde “buenas”. El visitante se…
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