Servicios Públicos 

Se disparan las “marañas” en vísperas del subsidio de gasolina

El ambiente en las gasolineras de Maracaibo está excesivamente cargado. La incertidumbre y la intolerancia en el aire son más volátiles que el propio combustible, haciendo estallar el conflicto entre choferes y bomberos cada vez que la chispa de la viveza criolla se enciende en la escena. Nadie sabe a ciencia cierta cómo se aplicará el programa de subsidio de la gasolina a través del carnet de la patria ni a cuánto aumentará el precio sin la tarjeta, lo único claro es que todos quieren llenar el tanque antes de que el nuevo esquema entre en vigencia.

En un recorrido por las estaciones de servicio de la capital zuliana este martes 4 de septiembre (fecha prevista para la activación del nuevo sistema de venta de combustible en los municipios fronterizos) TuReporte pudo constatar que la desinformación y el caos son la norma entre todos los eslabones de la cadena de comercialización del carburante.

Ya desde hace varios meses que los representantes del gremio gasolinero en la región decidieron hacer mutis sobre el impacto de la reconversión monetaria y cualquier otra medida económica del Gobierno, por temor a sanciones del ministerio de Energía y Petróleo u otros entes oficiales; sin embargo dueños de estaciones de servicio que pidieron mantener en reserva su identidad, aseguran que Adegaz (la asociación que los agrupa), está tanto o más confundida y preocupada que los propios usuarios.

En medio de la vorágine, los conductores hacen colas que literalmente se extienden por kilómetros, a menos que se esté dispuesto a pagar el precio de la comodidad, el cual gustosamente cobran los trabajadores de casi todas las gasolineras de la ciudad.

El esquema se repite en forma casi idéntica en todos los expendios. Por un lado están los usuarios comunes que hacen su cola de tres y hasta seis horas, mientras que por otra entrada atienden a los vehículos que en teoría van a las tiendas de conveniencia ubicadas dentro de las estaciones.

“Por cada tres carros que pasan de la cola, los bomberos meten uno de la maraña, al menos así era en días pasados, pero como ya saben que se les va a acabar pronto el pan de piquito, ahora han perdido toda vergüenza” comenta Eduardo Gutiérrez, un conductor que aseguró haber permanecido varias horas esperando tanquear en una conocida bomba de Bella Vista, mientras los empleados pasaban hasta diez carros seguidos que habían pagado “la maraña”.

Estas denuncias no son nada nuevas para los propietarios de las estaciones, quienes confiesan sentirse atados de manos, ya que en las oportunidades que han intentado hacer frente a la situación, terminan recibiendo hasta amenazas de muerte por parte de los “bachaqueros” que promueven estas prácticas.

En cuanto al tema del nuevo esquema de venta subsidiada de gasolina a través del carnet de la patria, los concesionarios recalcan que de momento en el Zulia, PDVSA solo está instalando las máquinas lectoras del código QR (Quick Response) y captahuellas en las estaciones del municipio Mara.

“No nos han bajado mayor información, solo que durante 15 días van a poner a prueba el funcionamiento del sistema en las estaciones de los municipios fronterizos, para detectar las posibles fallas así como medir la reacción de los usuarios” comentó el administrador de un expendio de combustible quien también estimó que el nerviosismo que se ve en los conductores marabinos es prematuro, ya que el nuevo esquema todavía tardará un par de semanas o más en llegar a la ciudad.

El tema del nuevo precio de la gasolina también es otra gran interrogante, ya que según los anuncios del Gobierno éste se homologará al del mercado internacional, pero fuentes internas de la estatal petrolera selañan que lo más probable es que se fije un precio cercano al de Cúcuta y Maicao, el cual ronda los 60 centavos de dólar por litro, pues solo de esta forma se podrá lograr el objetivo de desincentivar el contrabando de extracción.

“Es posible que el precio termine siendo incluso menor que el de la frontera del lado colombiano, pero al sumarle los costos de traslado y las mojadas de mano que se van quedando en el camino, la rentabilidad termina siendo muy baja en comparación con los riesgos”, aseguró a TuReporte un especialista en transporte terrestre, aduana y comercio binacional.

 

Redacción y fotografía: Luis Ricardo Pérez P.

Trabajos Relacionados