Política 

Derrota de los Rosales en primarias opositoras: Claves que rompen el yugo de su dinastía

“¿Hasta cuándo los Rosales?”, fue una de las frases más comunes en los focus group de las encuestas, en vísperas de las primarias opositoras para las regionales que este domingo encumbraron a Juan Pablo Guanipa, de Primero Justicia (PJ), como candidato de la Mesa de la Unidad sobre Eveling Trejo de Rosales, de Un Nuevo Tiempo (UNT).

“Hay una pérdida del endoso del voto. Rosales pretendió fungir como candidato y eso no se lo compraron. Eveling fue sombra en la campaña”, sintetiza José Villa, profesor de LUZ, especialista en sondeos políticos al referirse al desplome electoral de la dinastía Rosales tras los resultados de la interna opositora.

La victoria de Guanipa acabó con el mito de UNT como maquinaria indestructible en el Zulia, pese a la presencia del fundador de la organización en mítines y actos públicos. La derrota invita al análisis interno y externo. Politólogos, sociólogos y especialistas ofrecieron algunos argumentos sobre las causas del desplome de los Rosales.

Hartazgo contra el nepotismo

“Más tiempo tienen los Rosales en el poder que el propio chavismo”, explica de entrada María Alexandra Semprún, profesora de Ciencias Políticas, al deshuesar las causas del hartazgo de la militancia opositora regional con Manuel Rosales y su esposa Eveling Trejo. “La gente quiere un refrescamiento en los liderazgos”, agrega.

En su salón de clases en la Universidad Rafael Urdaneta, la académica comparó el nepotismo de los Rosales con el de los hermanos José Tadeo y José Gregorio Monagas, quienes presidieron Venezuela durante tres gobiernos, desde 1846 a 1859.

Hay un desgaste en la imagen de Manuel y de Eveling. José Villa detalla, con base en sondeos de opinión, el cansancio de la población con relación a los Rosales. “¿Hasta cuándo los Rosales?”, destacó en los focus group junto con esta demoledora sentencia: “¿Si no lo ha hecho bien en Maracaibo como pretende hacerlo en todo el Zulia?”.

La terquedad al imponer a su esposa y pretender ser su portaaviones genera un sismo interno de cara a las elecciones para la Alcaldía, donde se verá obligado a hacer una lectura menos personalista.

Exceso de confianza

La sombra de la derrota de Juan Pablo Guanipa en las primarias de 2010 por la Alcaldía de Maracaibo no era tan alargada como creyeron hasta el domingo pasado Manuel Rosales Guerrero y su entorno político. Sobre la figura del dirigente de Primero Justicia recayó, a lo interno de UNT, el perfil de un perdedor perenne. Craso error. Guanipa se alimentó de un trabajo permanente y del exceso de confianza de los Rosales, a decir de Jesús Castillo Molleda, presidente de la Fundación Zulia Productivo.

“Se despreció el potencial de Juan Pablo, quien mostró argumentos políticos de su desarrollo, al ser cabeza visible de las protestas en el Zulia”, agrega José Villa. La soberbia y arrogancia del clan rosalista les jugó en contra. El voto espontáneo abrazó al diputado de la Asamblea Nacional. “Los Rosales no salen a la calle si no los acompañan 100 personas.  Juan Pablo sale hasta solo y eso genera lealtad para quien saluda”.

Descuido de las bases de movilización

El apellido no es un motor exclusivo y el pasado es pasado porque quedó en el ayer. Una de las debilidades comprobadas de UNT en las primarias opositoras del domingo fue el descuido de las bases de movilización. Lo que fue una estructura sólida se vino a menos desde la derrota por la Gobernación de Pablo Pérez Álvarez en noviembre de 2012. Castillo Molleda cree que muchos de los que recibieron dinero para mover gente los invirtieron en cosas personales y no en la batalla electoral.

Villa asegura, por su parte, que la maquinaria que presenta UNT es la misma que en el 2013 casi pierde la Alcaldía de Maracaibo contra Miguel Pérez Pirela. El analista resalta la fuga de dirigentes con liderazgos importantes en las bases hacia organizaciones como Primero Justicia y Voluntad Popular.

“Lo de la maquinaria fue un mito”, añade el Presidente de la Fundación Zulia Productiva, quien explica que en UNT no siguieron formando nuevos líderes y se descuidaron los cuadros.

Manuel encarna la desconfianza

La figura de Manuel Rosales perdió el manto imaginario que lo hacía todopoderoso, invencible, por lo menos en la entidad. Hay un desgaste que lo arropa y guarda relación, según María Alexandra Semprún, con dos hechos puntuales. El primero, tiene que ver con su encarcelamiento y liberación 14 meses después, pese a que su detención fue ordenada por el propio Hugo Chávez Frías antes de su muerte. Rosales, con Timoteo Zambrano como dirigente cercano, fungió desde entonces como una pieza disonante en las negociaciones de la MUD con el gobierno de Maduro en los escenarios más complejos de la crisis.

“Su figura no es una figura limpia”, expresa la politóloga, quien añade otro evento a la desconfianza que reina en la militancia opositora: la firma del Presupuesto 2017 por parte de seis alcaldes de la región zuliana, entre ellos Eveling Trejo de Rosales, acatando, de esta manera, la orden dada por el Presidente de la República, Nicolás Maduro. La decisión avaló la inconstitucionalidad de la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia que estableció que el Presupuesto no pasara por la Asamblea Nacional para ser debatido y aprobado por el Parlamento como establece la Constitución de la República. “Recuerda que el único que no estampó su rúbrica fue el alcalde de Machiques, Alfonso ‘Toto’ Márquez”, insistió la especialista.

Villa suma el episodio cuando William Barrientos se ausenta del Parlamento y se pierde la posibilidad de elegir al Rector del CNE.

Silencio cómplice y divorcio político

La pésima gestión de Eveling Trejo de Rosales la liquidó. “Nunca se construyó una vocería que justificara porque no estaba haciendo una gestión exitosa”, añade Castillo Molleda y se pregunta por qué no hubo protestas para denunciar el arrebato de la Policía Municipal, por ejemplo.

Ese silencio cuando a Maracaibo le quitaron competencias netamente municipales jugó en contra. “El equipo comunicacional no estuvo a la altura para enfrentar una caída en la popularidad de Eveling”, coincide sobre este tema Villa.

Este mismo componente, el silencio, afectó a la imagen de  Manuel Rosales en las protestas. “Mantuvo una posición muy fría”.

A todos estos elementos se les suma una herida abierta y descuidada. La batalla por el poder en ausencia de Manuel Rosales fortalecieron los liderazgos paralelos. Se crearon antagonismos que generaron lo que Castillo Molleda califica como un divorcio entre la estructura política de UNT con la gestión de la Alcaldía. Trejo de Rosales fue terca en el manejo de la vocería y en la imposición de acciones.

 

Redacción: Raúl Semprún

Foto: Cortesía UNT

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