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La promesa incumplida de Willy Casanova: “limpiaré a Maracaibo en dos meses”

Aún sin la certeza de lograr convertirse en el alcalde de Maracaibo, Willy Casanova se atrevió a vaticinar que “sanearía” a la ciudad. Así, el 25 de noviembre de 2017, durante una entrevista en medio impreso regional, se planteó una interrogante: ¿quién se puede oponer a que recojamos la basura, a que pueda cambiarse su sistema de recolección(…)?

En esa oportunidad develó, entre sus estrategias de gobierno, solicitar ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Gobierno Nacional la restitución de la competencia de recolección de desechos e involucrar al sector privado, con el cobro de una cuota especial de impuesto para las emergencias.

“Para limpiar la ciudad necesitamos 60 camiones compactadores, recursos que no dispone la Alcaldía, por eso tenemos que buscar fuentes de financiamientos nacionales y será uno de los principales proyectos que presentaré al Consejo Federal de Gobierno”, indicó.

Casanova promovió su campaña con el plan Plan Maracaibo Te Quiero y aseguró haber movilizado 120 hombres y recogido seis mil 170 toneladas de basura en una semana. Del 9 al 13 de noviembre de 2017 (cuatro días), destacó la recolección de 960 toneladas de basura, con la activación de 760 personas, 10 retroexcavadoras, 62 camiones volteo, tres cisternas y cinco compactadoras en los alrededores de escuelas, hospitales, CDI y centros de movilidad urbana.

Casanova recibió el título de Alcalde de Maracaibo el 18 de diciembre de 2017. En sus primeros 100 días de gobierno se comprometió a “recoger la basura” y el 2 de enero activó Maracaibo te Quiero como una operación permanente, con más de 500 hombres, 16 camiones volteo, tres retroexcavadoras y dos compactadores para recoger los desechos sólidos de las 18 parroquias de la jurisdicción. Mucho menos personal y equipos que los que utilizó durante la campaña.

Y el 31 de enero, cuando ofreció el balance de sus primeros 100 días de gestión, el alcalde estimó la recolección de 100 mil toneladas de basura y dejó por sentado la aprobación, por parte del gobernador del Zulia, Omar Prieto, de la compra de 50 camiones que serían empleados para recoger los desechos en las diferentes rutas de saneamiento.

¿Qué pasó con el aporte único?

El 8 de enero, el alcalde Casanova firmó el decreto para la creación de un Aporte Especial Único para el Rescate de Maracaibo, una contribución que realizarían todas las personas naturales y jurídicas con actividades económicas en el municipio. El impuesto fue calculado con base al ingreso bruto de 2017, para pagarse entre el 15 de enero y el 15 de marzo.

El decreto estableció que el aporte tiene un carácter de obligatoriedad, por la necesidad de prestación extraordinaria de los servicios públicos en el municipio, tal como recolección de basura, seguridad, adecuación de vías principales, seguridad, transporte público y gas doméstico. Según las estimaciones del propio Casanova, en esta primera etapa se esperaba “una recaudación superior a los 25 mil millones de bolívares”.

El 22 de enero Casanova encabezó el inicio del plan de limpieza y recolección de desechos sólidos Parroquia Adentro y aseguró que los recursos provinieron del decreto de un “Aporte Único Especial para el rescate de la capital zuliana”. Aseguró la incorporación de 72 camiones volteos, 360 brigadas ambientales y camiones compactadores de basura con el objetivo de sanear las 18 parroquias del municipio, con una inversión de 10 mil millones de bolívares.

La triste realidad

Entonces, la gente se pregunta ¿Por qué después de seis meses de gestión aún Maracaibo está sucia? Una fuente cercana a la Alcaldía reveló que de las seis empresas que trabajaban en la recolección de desechos durante la gestión anterior, solo dos se mantiene laborando, ya que el resto “tiene las unidades paradas, por falta de lubricantes o repuestos”.

“De los 24 camiones que cubrían las diferentes rutas de saneamiento, solo quedan operativos ocho vehículos que hacen tres viajes por día y recogen 10 toneladas por cada recorrido”, comentó la fuente. Las matemáticas son exactas. Cada camión colecta 30 toneladas por día, 30 por ocho es igual a 240 toneladas diarias que se recogen en una ciudad que produce entre mil 500 y dos mil toneladas diarias.

A cada chofer le pagan siete millones de bolívares por viaje (21 millones de bolívares diarios) y al camión le asignan 150 litros de gasoil por día, lo cual resulta “insuficiente para mantener las unidades operativas”, destacó el informante.

Esta escasez de unidades especiales y camiones compactadores para la recolección periódica y sistemática en toda la ciudad es la causa real de que Maracaibo sea la ciudad más sucia de Venezuela. La permanencia de las bolsas de basura en las calles permite que los animales y muchos ciudadanos rieguen los desechos y estos se esparzan por barrios, urbanizaciones, plazas, parques y todos los rincones de Maracaibo. La basura es democrática y no discrimina.

 

Redacción: Reyna Carreño Miranda

Fotografía: Archivo

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