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Vienen más colas: El 24 de septiembre activan «el biopago» en las bombas

Este jueves en consejo de Ministros, el presidente Nicolás Maduro anunció que el lunes 24 de septiembre se instalará en todas las estaciones de servicio del país el nuevo sistema de biopago para el cobro de la gasolina, pero en el gremio de expendedores de carburante zuliano, el anuncio se traduce en temores de más colas y complicaciones a la hora de llenar el tanque.

Aunque no existe un pronunciamiento oficial de la asociación que agrupa a los gasolineros (ADEGAZ), está claro que en el sector no comparten el mismo optimismo que evidenció el primer mandatario durante su alocución para ofrecer un balance de los primeros 30 días del llamado Programa de Recuperación Económica, activado en vísperas de la reconversión monetaria.

“A partir del 24 de septiembre se instalarán en todas las estaciones de servicio del país el nuevo sistema biopago para cobro del combustible. He aprobado la modernización de las estaciones de servicio con la mejor tecnología del mundo”, destacó Maduro, al asegurar que el nuevo esquema que sentará las bases para el subsidio directo y el aumento de precio a niveles internacionales, “liberará al país de las mafias”.

El anuncio presidencial se produce un día después de finalizado el lapso de 15 días estipulado para el plan piloto que ensayaría en los municipios fronterizos del país el cobro del combustible mediante el uso de dispositivos de pago electrónico con captahuellas integrado, comprado a China a un valor de 450 dólares cada unidad.

Concesionarios del sector en Maracaibo confirmaron a TuReporte que desde principios de esta semana PDVSA comenzó a entregar los equipos de cobro electrónico a las estaciones de servicio, pero destacan que lejos de vislumbrar soluciones al caos que ya se vive en estas empresas, se generan nuevas interrogantes y temores de cuellos de botella en el proceso de venta.

A cuatro días de la activación del nuevo sistema, el personal de las bombas en la capital zuliana no ha recibido entrenamiento de la estatal petrolera para el manejo del sistema de biopago, pero la mayor duda es cómo harán para cobrarle a los usuarios, sin empeorar las colas que ya existen, por cuanto solo les han entregado un equipo lector por estación de servicio, sin importar si esta es de una sola isla (con dos surtidores) o de seis (con 12).

“Otra preocupación es que se trata de un aparato con pantalla táctil como la de un teléfono inteligente, que en teoría deberá ser operada por los bomberos, quienes casi siempre tienen las manos llenas de gasolina o aceite”, comenta el administrador de un expendio de gasolina en el oeste de Maracaibo, al estimar que para no dañar el equipo, deberán contratar a una persona adicional que solo maneje el punto de biopago y ello se traduce en mayores costos para empresas que no generan ni para pagar los salarios del personal.

Si bien el Gobierno nacional ha manifestado que el cobro de la gasolina mediante el Carnet de la Patria ayudará a la nación a ahorrar 10 mil millones de dólares anuales que se van en el contrabando de extracción hacia Colombia, las pruebas de la infraestructura tecnológica hasta la fecha han sido menos que satisfactorias.

Los balances oficiales no coinciden con los reportes periodísticos in-situ sobre el llamado plan piloto. En tal sentido, hace una semana Freddy Bernal, jefe de los Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP), informó que en el estado Táchira se instalarán equipos satelitales para garantizar la conectividad del sistema, pero en los recorridos por las estaciones de servicio, reporteros del diario La Nación y el circuito Unión Radio, confirman que los equipos para el biopago permanecen guardados en las oficinas administrativas de las bombas, ya que ninguna empresa del telefonía cuenta con la cobertura necesaria para conectarse con las zonas fronterizas.

En el caso puntual del Zulia y especialmente en Maracaibo las complicaciones impuestas por la inestabilidad del sistema eléctrico elevan exponencialmente la probabilidad de fallas en la conectividad, ya que cada vez que hay fluctuaciones de energía o apagones, se pierde también la señal de telefonía celular, por cuanto las repetidoras no tienen baterías de respaldo.

A todas estas interrogantes se suma el secreto mejor guardado del Gobierno: Cuánto costará el litro de gasolina de 91 y 95 octanos. A la fecha el gremio de expendedores de combustible no tiene una respuesta, solo hipótesis que apuntan a que para evitar la fuga del producto hacia el vecino país el precio tendrá que ser necesariamente igual o mayor que allá ($0,60).

El silencio oficial en torno a este dato, responde al temor de que una vez anunciado, el sector agro-industrial, el transporte y los comercios incrementen los precios, anticipando el impacto que un encarecimiento de los fletes tendrá sobre sus estructuras de costos y precios de reposición de inventarios.

En resumen, Venezuela está a la expectativa del electrizante capítulo final de una novela por entrega que se escribe según lo que sus guionistas vayan captando en el ánimo de la audiencia. “Como vaya viniendo, vamos viendo”.

 

Redacción: Luis Ricardo Pérez P.

Fotografía: Archivo

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