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Prensa «Sin Papel»: ¿Se acabó la era de los periódicos en el país?

Este lunes, por primera vez en 29 años, el programa de Cesar Miguel Rondón -la voz que despierta a Venezuela a través de la señal del circuito Unión Radio-, no contó con ningún periódico impreso para su acostumbrado balance informativo, obligándole a depender exclusivamente de las versiones digitales de la prensa tradicional y los nuevos portales de noticias que proliferan en respuesta al descalabro progresivo de la industria editorial.

La situación que denunció el reputado locutor caraqueño no es otra cosa que la expresión aguda de un preocupante síntoma que comenzó a manifestarse desde hace varios años, primero de forma intermitente en la prensa regional, pero que en los últimos tiempos, debido a la confluencia de factores políticos, económicos y hasta técnicos, se ha transformado en lo que el gremio periodístico hoy denomina como un “apagón informativo”.

Aunque puede parecer un hecho circunstancial, la ausencia de medios impresos en la capital y en las principales ciudades del interior del país, representa un punto de inflexión para el libre ejercicio del periodismo, así como para el derecho ciudadano a recibir información de manera oportuna y veraz, ya que el papel periódico era el único canal de comunicación que no requiería de plataformas electrónicas (celular, computadora, radio o televisor) para consumir la información que contiene.

Razones equivocadas

Si bien es cierto que en el llamado primer mundo, los medios impresos ya han ido migrando aceleradamente hacia plataformas digitales por temas de costos de producción y regulaciones ambientales, estos son países donde la penetración de la tecnología de la información y el acceso a internet supera el 80%. En cambio, en Venezuela, esta transición ha venido ocurriendo por las razones equivocadas, mientras la calidad y velocidad del Internet se deteriora a grandes pasos.

Tinedo Guía, presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), advirtió el pasado 6 de septiembre que al menos 11 medios de comunicación cerraron sus puertas en los últimos días, debido a la crisis que afecta al país y las medidas económicas anunciadas por el Gobierno nacional en vísperas de la reconversión monetaria.

El representante del gremio comunicacional puntualizó que “son pocos los medios que todavía se mantienen informando”, ya que debido al control del Estado en la venta de insumos para la industria gráfica, y la merma publicitaria, muchos diarios impresos han debido pasar a semanarios o solo se mantienen en versiones digitales, mientras que otros medios tanto escritos, como audiovisuales y web han tenido que liquidar a sus trabajadores y cerrar definitivamente.

El reclamo de Guía se produce tras una protesta de periodistas en los estados Lara, Yaracuy y Portuguesa, debido a cierre de medios de comunicación por falta de materia prima y restricciones gubernamentales que se repiten en todo el territorio nacional.

A merced del Estado

Mediante una carta abierta, los comunicadores denunciaron “la desaparición forzosa de medios“ por la crisis económica agravada con el último aumento salarial decretado por el Gobierno, la escasez de insumos como el papel prensa cuya distribución está en manos del Estado y la falta de efectivo que golpea las ventas de los periódicos que se mantienen en circulación cuatro o cinco días a la semana para ahorrar el papel cuya repartición es discrecional por parte de la Corporación Editorial Alfredo Maneiro (único proveedor del insumo en el país)”.

La respuesta oficial de rigor es el silencio, pero cuando algún funcionario intenta explicar la sequía de materias primas para la industria periodística, los argumentos se vuelven quebradizos, por decir lo menos.

Tras la marcha de comunicadores que llegó a las puertas de la alcaldía del municipio Iribarren en Barquisimeto, Patricia Brolati , jefa de prensa de dicha entidad, afirmó que la falta de papel periódico se debía “al bloqueo económico de Canadá, que es el principal proveedor de ese insumo”, pero la excusa fue instantáneamente rebatida por Luis Grisanti, director del diario La Prensa, al recalcar que China y Rusia (aliados y proveedores del Gobierno nacional) también son grandes productores de estas materias primas.

Crisis expansiva

Esta crisis que ha ido cobrando cada vez mayor resonancia en el espectro nacional, tuvo uno de sus primeros hitos en noviembre de 2016 cuando los diarios La Verdad, Que Pasa y Versión Final dejaron de circular simultáneamente, tras no recibir despacho del complejo Alfredo Maneiro.

En aquella oportunidad Leonardo Pérez, Secretario General del CNP-Zulia, calificó la situación como “un ataque al derecho a estar informado”. El reclamo de toda la comunidad informativa ayudó a destrabar el aprovisionamiento y en pocos días los tres diarios regionales retomaron la circulación, sin embargo hoy ninguno de esos medios está en la calle en forma impresa y peor aún, sus plantillas de trabajadores crujen bajo el nuevo aumento de salario mínimo que hace inviable la supervivencia de las versiones digitales.

A todo esto se suma el bloqueo en los proveedores de Internet, de portales como El Nacional, La Patilla, Caraota Digital, El Pitazo, Efecto Cocuyo, y Noticia Al Día, que se habían convertido en oasis para el periodismo crítico, en medio del silencio que predomina en la radio y televisión (tanto en señal abierta como por suscripción).

El planteamiento de fondo no es si se está dando una transición de medios impresos hacia lo digital, sino la desaparición gradual del periodismo incómodo, cualquiera que sea el canal de difusión.

 

Redacción: Luis Ricardo Pérez P.

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