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Lago Mall: La obra que «abrió las puertas» de Venezuela para Odebrecht

El centro comercial Lago Mall que hoy todos marabinos conocen, es una importante referencia comercial en la ciudad, pero es apenas parte de lo que contemplaba su proyecto original, mucho más ambicioso, concebido como una declaración arquitectónica del auge económico que había alcanzado la región a finales de los años 80’s.

La ubicación escogida para la obra, a solo un paso del entonces prestigioso hotel del Lago (actual Tibisay), el Club Náutico y la exclusiva zona residencial de La Virginia, definían el alto perfil de consumo al cual apuntaba la edificación diseñada por los arquitectos Manuel Fuentes y Tony Mas Lara, basándose en un concepto previo de la firma Federico Beckhoff.

Ubicación «de lujo»

En 1990, los terrenos en la bahía de Capitán Chico que habían sido propiedad de la Mene Grande Oil Company desde 1927, fueron adquiridos por el Proyecto Centro Lago con un financiamiento del desaparecido Banco de Maracaibo. La propiedad incluía la Casa Mene Grande (antigua sede del colegio Gonzaga y actual Carbozulia) y los terrenos donde se ubicaban unas 40 viviendas y tres edificios administrativos de la extinta petrolera.

El movimiento de tierras para el nuevo centro comercial que comenzó a finales de 1991 desplazó todos los remanentes del campo residencial de la Mene Grande, salvo la casona principal que comenzó como un hospital, la cual debido a su importancia histórica, sería rescatada como sede administrativa del nuevo mall.

Además de la estructura comercial que hoy conocemos con 25.900 m2 repartidos en cinco niveles (cuatro de ellos comerciales) que albergan 389 locales, feria de comida, multi-cine de tres salas y estacionamientos subterráneos para 500 carros, el proyecto original de 45.000 M2, también incluía un edificio de oficinas que serviría de sede al Banco de Maracaibo, un hotel y una marina que no llegaron a ejecutarse, debido a problemas políticos y financieros que surgieron entre principios y mediados de los 90’s.

Reto a la ingeniería

La obra fue comisionada a la empresa brasilera Odebrecht, una constructora fundada en 1944 por el ingeniero Norberto Odebrecht Pernambuco, que en tiempos recientes ha ganado notoriedad global por ser núcleo de un mega-escándalo de corrupción que involucra a gobiernos de toda Latinoamérica y el Caribe (incluyendo al de Venezuela), pero en aquellos tiempos su primer contrato criollo les fue asignado en base a criterios netamente técnicos.

La dificultad de construir tres niveles de sótano en una zona con un elevado nivel freático era todo un reto de ingeniería, ya que a orillas del Lago basta con cavar unos pocos metros en el subsuelo para encontrar agua. Esto requería de una empresa con vasta experiencia en obras civiles en zonas costeras, y Odebretch excedía con honores las credenciales necesarias, al reunir un extenso portafolio de desarrollos urbanos, viales, petroquímicos y energéticos en regiones con características geológicas muy similares a las de Maracaibo.

Los trabajos de Lago Mall apenas comenzaban a entrar en vigor cuando la intentona golpista de Hugo Chávez el 4 de febrero del 1992, obligó a una paralización temporal, en medio de un enrarecido clima político. El desarrollo continuó eventualmente, pero luego llegaría otro “golpe” aún más peligroso para el colosal emprendimiento.

En 1994 la crisis bancaria que inició por la intervención del Banco Latino y que llevó a la extinción de varias entidades financieras, incluyendo al Banco de Maracaibo, representó una estocada casi letal para Lago Mall, el cual debió ser redimensionado para abaratar el costo final de la obra, que terminaría siendo de 18 millones de dólares.

Un esfuerzo rentable

Con la debacle del sistema financiero, la histórica casa Mene Grande pasó a manos del Fondo de Garantías de Ahorros del Estado (FOGADE), pero la perseverancia de Odebrecht, permitió concluir el centro comercial en 1997, constituyéndose en la llave que le abriría las puertas hacia jugosos contratos gubernamentales en la región y el país.

En el Zulia participaron en la ampliación de una central azucarera en el municipio Sucre, el inconcluso Puente Nigale, la represa El Diluvio en Jesús Enrique Lossada, la segunda fase incompleta de las líneas I y II del Metro de Maracaibo y el fallido Puerto de Aguas Profundas del Lago, mientras que a nivel nacional lograron amarrar contratos para la línea 5 del Metro de Caracas, Sistema Metro Caracas-Guarenas-Guatire, Cabletren Bolivariano, la Línea II del Metro de Los Teques, tercer puente sobre el río Orinoco, la modernización del Aeropuerto Simón Bolívar en Maiquetía, la Central Hidroeléctrica Manuel Piar, Tocoma, Proyecto Agrario Integral «José Inacio de Abreu de Lima», Metrocable La Dolorita  y el de Filas de Mariche.

Hoy las secuelas del escándalo de corrupción que emana de Odebrecht sigue impactando el escenario político y económico global, pero a pesar del escabroso prontuario de la constructora, nadie puede negar la calidad del trabajo ejecutado en Lago Mall.

El elegante centro comercial de la Avenida El Milagro ya no es el más grande ni el más moderno de la ciudad, pero sigue destacando en la preferencia de los consumidores locales por su ubicación privilegiada y la belleza de sus visuales integradas al Lago de Maracaibo. Lástima de que las circunstancias del país impidieran a la ciudad haber podido disfrutar del proyecto en toda su extensión.

 

 

Redacción: Luis Ricardo Pérez P.

Fotografías: Archivo

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