Salud 

¿Por qué la quema de basura en las calles de Maracaibo es peligrosa y nociva?

Cualquier esquina es buena para quemar basura en Maracaibo. La persistencia, durante semanas, de montones de desechos que aún no se recolectan, obliga a los ciudadanos a incinerar las pilas de plástico, restos de comida, trapos, papeles y otros residuos, que se acumulan en las calles.

Las montañas de bolsas negras generalmente están ubicadas en las principales esquinas de las avenidas, calles, urbanizaciones y barrios de la ciudad, siempre cerca de instalaciones eléctricas. Es allí donde las personas acumulan los desperdicios a la espera de que algún ente del Gobierno regional o municipal los recoja. Ante la falta del servicio de aseo urbano, queman la basura.

El ingeniero Miguel Lara, experto en el tema eléctrico, explicó que una de las consecuencias podría estar relacionada con la altura que las llamas alcancen. “Si el fuego es muy alto puede ocurrir una interrupción del servicio en el circuito o zona que es alimentado por ese tendido”.

Otro de los problemas puede ser que la basura, el humo y el hollín ensucian los circuitos y los contaminan. “Ese sucio se pega y cuando llueve puede ocurrir un cortocircuito. Todo depende de la periodicidad del mantenimiento a las instalaciones”.

José Morales, neumonólogo, explicó que la quema de basura produce genera humo con una cantidad de sustancias químicas dañinas para el ambiente. “Así tenemos, entre otras, el monóxido de carbono, el dióxido de azufre y partículas que producen desde reacciones alérgicas hasta cuadros más severos. La obstrucción pulmonar y el cáncer de pulmón pueden producirse por la contaminación del ambiente a través de la quema de basura”.

Humo tóxico

Por más control que haya en la quema de basura, los desechos insinerados desprenden dioxinas y furanos, compuestos altamente tóxicos incluso en concentraciones muy bajas.

Las dioxinas persisten en el medio ambiente por periodos largos y no se degradan. Además, se concentran en los tejidos grasos de los organismos vivos, pudiendo transmitirse de la madre al bebé durante el embarazo.

Estos compuestos se transportan con facilidad por agua y aire, y pueden llegar a puntos muy distantes del lugar de la incineración.

Entre la basura que se quema no sólo hay desechos orgánicos, papel y plástico, sino también metales pesados. Estos últimos, al ser quemados, emiten compuestos tóxicos que generan daños importantes a la salud, como alteraciones en el sistema inmunológico, malformaciones congénitas, problemas en los riñones y los pulmones.

La quema de desperdicios deja cenizas y restos tóxicos equivalentes a una tercera parte de las basuras quemadas.

Redacción y fotografía: Agencias

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