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La Argentina “deja fría” a la competencia, con calidad a precios accesibles

Desde hace 32 años el nombre La Argentina es sinónimo de helados en Maracaibo. Pero la empresa que nació como una cadena de heladerías artesanales, creada por la familia Mansilla proveniente del país homónimo de la marca, cambió de manos en 1992 para convertirse en una de las más grandes y modernas fábricas de helados en el país, bajo la conducción de la familia Salas.

Con una capacidad de producción que ya supera el 1.500.000 litros de helados al mes, esta empresa de capital 100 por ciento venezolano, pone la mira en conquistar el mercado nacional con productos de calidad y precios que le arrebatan la clientela a las grandes marcas.

Mercado en palitos

Mervin Castro, Coordinador de Mercadeo de La Argentina, explica que de acuerdo a cifras de inteligencia de mercado y el cotejo que se hace por volumen de llenado de neveras en los canales de venta al detal, esta marca zuliana acapara un 40 por ciento de los consumidores en el occidente del país y ocupa el cuarto lugar a nivel nacional, por debajo de marcas como EFE y Tío Rico.

Aunque para la mayoría de los zulianos, el formato más reconocible de esta empresa sean los envases de medio litro, 1 litro y 2 litros que compran para llevar a sus casas, La Argentina cuenta con una extensa línea de paletería que evoca recuerdos de infancia cuando el helado llegaba anunciado por la campanita del “polero”.

“Contamos con toda una línea de helados en paleta que nacen al mismo tiempo que se instala la planta en 1992, pero no se habían comercializado como línea novelty, que son los helados que la gente ve en las neveras de supermercados y panaderías”, explica Castro, al detallar que los productos en paleta han estado dirigidos principalmente al canal de retail (al detal).

La oferta de la empresa en este segmento se subdivide en dos categorías que son los productos con base de agua, sabor a naranja, manzana, fresa y mandarina, y la línea con base de crema y cobertura de chocolate que se conocen técnicamente como paletas extruidas.

Es precisamente en este renglón de paletas con cobertura donde destaca el producto bandera de La Argentina denominado Máximus. Este homólogo del Mágnum de Tío Rico, y el sándwich de helado -único que todavía se produce en el país- conforman la punta de lanza de una cartera de productos que también contempla nombres como Nevadito, Choco mini, Fantoche, Trisabor, Tradicional, Fruticream, Deluxe, Fruty top, Mixer, Pinta lengua, Frezetta, Mokachino, Crema fantasía, Maxicream, Trompo loco y Sunny cream.

Alcance y crecimiento

Castro recalca que la empresa cuenta con unas 12 distribuidoras esparcidas entre el occidente, centro y oriente del país, que ayudan a posicionar unos dos millones de litros de helado en el mercado nacional y más de 677 mil unidades.

Los principales canales de distribución para esta marca nacida en Zulia son la línea novelty, dirigida al consumo en hogar, un formato de ventas al mayor para microempresarios que revenden helado y el canal de proveedurías para compañías terceras, que atiende a empresas como Makro, Mc Donald’s y Wendy’s.

Quizás uno de los mayores indicadores del éxito alcanzado por La Argentina es que hasta hace año y medio manejaban la fabricación para la empresa transnacional Unilever (casa matriz de Tío Rico), pero el incremento de costos por el uso de materias primas importadas hizo inviable la operación en tiempos recientes.

A futuro la empresa encabezada por Víctor Salas, apunta a seguir creciendo y aprovechar las coyunturas que afectan a la competencia, para capitalizar espacios que se abren en el mercado con una campaña que buscará en 2018 fortalecer el canal de ventas al detal.

“A diferencia de otras empresas que han reducido sus presupuestos de mercadeo, La Argentina ve esta coyuntura como una oportunidad y estamos proyectando a fortalecer el canal de retailer para ganar mercado entre los competidores que se han contraído, que son Tío Rico y EFE”, expone el coordinador de mercadeo, al resaltar que la marca también ha venido reforzando su labor de marketing 2.0 con la creación de contenidos para sus redes sociales, donde distribuyen información sobre precios y productos para el cliente.

En resumen, La Argentina apuesta por un modelo de negocios que refresca el bolsillo y los paladares de los consumidores nacionales con productos y precios accesibles que van desde Bs. 2.500 (por una tinita) hasta los Bs. 22.000 (por un envase de dos litros), mientras la economía sube la temperatura del mercado derritiendo a la competencia.

 

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Redacción: Luis Ricardo Pérez P.

Fotografías: Cortesía La Argentina

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