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icegurt, demuestra que en la “batalla de los helados”, quien sabe más, sabe mejor

La marca icegurt pudiera ser erróneamente percibida como un clon de mercado, pero se trata de la “reencarnación” de un antiguo clásico que ya ha triunfado dos veces en Maracaibo. Su creador tiene 20 años de experiencia en el mundo de los helados y proviene de una estirpe con medio siglo en el negocio, lo cual explica por qué en solo tres años ya cuentan con 13 franquiciados sin siquiera haber tenido una tienda inicial.

Mauricio Mansilla, el hombre detrás de icegurt no es “el papá de los helados”, sino más bien “el hijo”. A principios de los años 80’s su familia emigró a Venezuela procedente del cono sur y en 1985 fundó la exitosa cadena de heladerías artesanales La Argentina, que luego mutó en la marca de helados industrializados, que hoy lidera el segmento de consumo doméstico en el occidente del país.

Nuevos con experiencia

Desde hace 14 años los Mansilla dejaron de ser accionistas de La Argentina, pero el legado y las recetas familiares que garantizaron el éxito de dos modelos de negocios distintos en el ramo de los helados, sigue obrando su magia a través de los genes de esta nueva empresa.

“Hace 14 años mi padre dejó de ser accionista de La Argentina, aunque yo seguí trabajando con mi suegro (el actual dueño) por unos 10 años. Yo trabajaba en la fábrica desde los 18 años y ya tengo 20 años haciendo helados; mi padre tiene 50 años en este ramo, entonces se puede decir que tenemos una tradición familiar”, relata Mauricio, al considerar las razones que lo llevaron hace cuatro años a crear su propia marca.

El joven empresario cuenta que su intención inicial era montar personalmente la primera tienda de icegurt para luego comenzar a franquiciar, pero “el peso del apellido” y la experiencia acumulada lo llevaron a saltarse el noviciado empresarial, gracias al aliento y la confianza de allegados que estuvieron dispuestos a invertir en la idea, sin mayor aval que su reputación personal y laboral.

“La primera tienda y la más grande hasta la fecha es ésta (ubicada en la av. Santa Rita, frente al hotel Kristoff), que la montamos con Nerio Romero, quien es amigo de larga data. Casi todas las tiendas se han hecho por vínculo de gente conocida y obviamente también hay gente nueva que se interesó al ver la marca y probar el producto, pero de las 11 tiendas ya en funcionamiento -10 en Maracaibo y una en la Costa Oriental del Lago-, más de la mitad comenzaron por un vínculo cercano”, apunta Mansilla, al destacar con satisfacción que si se cuentan los dos proyectos que están en desarrollo, se puede afirmar que en un período de tres años ya cuentan con 13 franquicias, lo cual equivale a abrir una tienda cada tres meses.

Estas alianzas han permitido a icegurt tener presencia en localidades premium como La Fina en la calle Dr. Portillo, Casa SAAS en Circunvalación 2 y los principales centros comerciales de la ciudad.

Un amplio rango

Si bien el nombre de la franquicia es icegurt, que se deriva de la combinación de icecream (helado en inglés) y yogurt, Mansilla confiesa que en lo personal tiene mayor predilección por el helado, donde considera que está su mayor fortaleza y futuro como marca.

“Cuando entramos al mercado había dos competidores: Uno que se inclinaba hacia el yogurt, y otra hacia el helado soft. Nosotros tenemos sabores de yogurt mejores que los de la competencia, pero nos afianzamos en el ejemplo de McDonald’s, quien es probablemente el mayor vendedor de helados en el mundo. Ellos han demostrado que el helado se mantiene en el tiempo como producto insignia, mientras que los yogures tienden a ser moda”, asegura el especialista, al defender que incluso desde el punto de vista de la calidad y el disfrute, el helado aporta una mejor base, ya que el yogurt distorsiona y en ocasiones mata algunos sabores.  

Pese a que el sabor más solicitado suele ser el dulce de leche, recientemente desarrollaron el sabor a Baileys (crema irlandesa), que ha logrado una excelente respuesta a nivel de ventas, pero al considerar los sabores que ofrecen por temporadas, el que más pide la gente es sin duda el de ponche crema, cuyo costo es subsidiado por la franquicia como una estrategia de mercadeo “para que la gente esté muy contenta durante las navidades”.

“Tenemos desarrollados unos 20 sabores que rotamos para que el cliente no se aburra y están los sabores básicos vainilla, chocolate y dulce de leche tienen que estar todo el año porque si no el cliente te mata. Normalmente hay una máquina con yogurt, pero ahorita no tenemos por una escasez de fermento láctico en el país”, apunta el franquiciante.

Costos y calidad sin rival

Aunque no cuentan con una medición de su participación en el mercado, Mansilla estima que tienen una posición de liderazgo por cuanto en el último año todas sus tiendas han duplicado los volúmenes de venta en kilos de helado, y aún tienen una capacidad instalada desocupada del 50% para seguir creciendo.

icegurt cuenta con sus propias instalaciones en Maracaibo, que comprenden áreas para la mezcla, pasteurizado y maduración, lo cual les permite tener un control minucioso de la cristalización de las grasas que aportan cremosidad y textura al helado. La marca también desarrolla gran parte de los componentes que se utilizan para saborizar de forma natural el 80% de sus productos.

“Nosotros hemos basado el negocio en tres premisas que son tener una buena presentación, un buen producto y buen precio. Por ejemplo, acabamos de aumentar el kilo de helado a Bs. 66.000 ($1,6 a tasa no oficial), mientras que en la otra marca el kilo ronda los Bs. 85.000 ($2,1), es decir que tenemos un 25% de diferencia. Esto es posible –explica Mauricio- gracias a que fabricamos muchos de los subproductos, mientras que los competidores nos compran componentes”.  

En cuanto a la estructura del negocio, el costo del helado representa un 30% del precio de facturación, mientras que los toppings pueden llegar a representar hasta un 90% del precio de un kilo de helado. El balance viene dado en que el consumidor promedio se sirve un 70% de helado y 30% de toppings, lo cual arroja un costo aproximado al 50% de la facturación. El 50% restante no es de ganancia neta, ya que de ahí se sacan otros costos como personal, limpieza de los locales y el fee de franquicia que también es menor al de las marcas rivales.

Mansilla explica que una de las grandes comodidades de su marca es que en una sola factura le presentan al cliente helado, toppings, barquillas, servilletas, siropes, cucharitas, tinas (todo menos productos de limpieza) y a precios muy bajos que otros no pueden igualar, ya que icegurt le compra directamente a las plantas procesadoras, como resultado de relaciones que su creador ha establecido con proveedores de suministros tras 20 años en el ramo.

Las tres B

Para el franquiciado las ventajas van más allá de los buenos precios en consumibles, obteniendo ahorros sustanciales incluso en la instalación de locales.

“Nosotros montamos tiendas de la misma calidad y nuestro precio de inversión es apenas un 40% de la inversión solicitada por la competencia. Eso ha sido un punto de arranque muy fuerte, sobre todo con la situación del país que hay cuando el monto de la inversión es determinante. Si otros te piden 100 mil dólares y nosotros gastamos 40 mil es una diferencia abismal y con la misma calidad de máquinas, artículos de primera, acero inoxidable en todos lados, carpintería A1”, detalla el empresario.

Mansilla reflexiona que desafortunadamente hay vicios en el mercado que se traducen en mayores costos para el franquiciado, ya que algunas franquicias quieren sacarle la ganancia a todo.

“Una máquina a nosotros nos cuesta 3.000 dólares y yo la vendo en 3.000 dólares, mi negocio no es vender máquinas sino vender heladerías y por otro lado la competencia vende la más barata en $7.000. Si multiplicas eso por cinco máquinas es una diferencia de 20.000 dólares solo en eso”, precisa el fundador de icegurt.

Mercado satisfecho

En términos de una expansión nacional o internacional, Mansilla asegura que por ser una empresa joven, prefieren ir calibrando bien el mercado local antes de dar ese paso, aunque revela que hay inversionistas en San Cristóbal y Barquisimeto que han manifestado interés en comprar la franquicia, lo cual podría concretarse el próximo año.

Internacionalmente el empuje viene dado por un segmento de inversionistas que ya están participando de la marca y que por la situación país quieren emigrar llevando con ellos el modelo de negocios, pero eso requiere de un análisis más complejo de las implicaciones operativas en otras latitudes con distintas realidades de mercado e incluso distintos marcos regulatorios, afirma el empresario marabino de ascendencia sureña.

De momento icegurt se reconforta en la noción de seguir creciendo localmente con un indicador de éxito representado por el hecho de que sus franquiciados han repetido franquicia, lo que se traduce en satisfacción con la marca, los productos y la rentabilidad.

 

Para mas información puede ingresar a:

Instagram, Twitter y Facebook: @icegurtve

Redacción: Luis Ricardo Perez P.

Fotografía: cortesía icegurt

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