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Gobernación quiere crear una empresa como Enelvén para acabar con los bajones de luz

El Zulia tiene, en disposición, un parque eléctrico con una capacidad instalada de 3.000 megavatios, que le permitirían generar energía para todos sus habitantes e incluso para exportar a otros estados. Sin embargo, ese escenario está distante en la práctica. ¿La razón? Las unidades operativas locales solo permiten 1.114 megavatios y la demanda se ubica por encima de los 2.700.

Hay cuatro nudos que impiden contar con un eficiente servicio de electricidad, a decir de Marcelo Monnot, presidente del Centro de Ingenieros del Zulia: Generación, transmisión y subtransmisión, distribución y conexiones finales. Las plantas están en su mayoría inoperativas y el mantenimiento preventivo y correctivo es prácticamente nulo.

El diagnóstico no ofrece alicientes. El parque eólico en la Guajira, un proyecto iniciado en 2005, no produce un solo megavatio. Tampoco la termoeléctrica de Bachaquero, abandonada tras una inversión mil millonaria. La planta Ramón Laguna, en Haticos, produciría apenas unos 20 (MW) o menos, mientras que en La Cañada operarían Termozulia I, II, III y IV, todas al 50% de su capacidad. “Algunos hablan de la instalación de Termozulia 5, pero para que una nueva planta si el resto está subutilizada”, se pregunta.

Cada megavatio cuesta un millón de dólares y la indolencia se retrata en la ausencia de inversiones y la falta de controles. Marcelo Monnot desgrana el potencial ignorado en la región y detalla la presencia de dos unidades oxidadas en un galpón de la empresa Fidmara, en Ciudad Ojeda.

Si sumamos los 340 megavatios que generarían esas dos unidades, más 25 megavatios que proyectó el Parque Eólico de la Guajira, con 500 de la planta de Bachaquero, más 340 del proyecto inconcluso del ciclo combinado de las plantas Termozulia II y III, no habrían ni racionamiento ni bajones de luz. Hablamos de 1.205 megavatios en el aire. 1.205 millones de dólares.

“Si todas las plantas que tenemos funcionaran no dependeríamos de los 1.000 megavatios que nos llegan de Guri”, resalta Monnot. Con este aporte de la principal hidroléctrica nacional se llegaría a los 2.114 megavatios y el déficit se estima en los 586 MW.

Descentralización, la solución

Luis Caldera, presidente de la Asociación de Alcaldes y jefe de campaña de Francisco Arias Cárdenas, gobernador del Zulia y candidato a la reelección, fue el primero que hizo público el interés del mandatario regional en rescatar Enelven, aunque no necesariamente tenga el mismo nombre de la empresa regional absorbida por la estatal Corpoelec.

El escenario de inestabilidad sacude a los zulianos y Arias Cárdenas lo sabe e impulsa como propuesta concreta ante la Asamblea Nacional Constituyente, la posibilidad de regionalizar Corpoelec, es decir, retornar a 2009 y sus años precedentes cuando, la empresa del tradicional y recordado “Kilóvatico”, ofrecía un servicio de avanzada, capaz de manejar la generación, distribución, cobranza y mantenimiento, como el Zulia lo merece.

Jairo Ramírez, secretario de Infraestructura de la Gobernación asegura que el proyecto, elaborado por un grupo de jubilados de la estatal de energía, ya fue entregado a una comisión de constituyentistas. “Lo primero es garantizar que sea rentable, que se autofinancie”, detalla. “El objetivo es resolver los problemas de manera directa, acortar los tiempos de respuesta a la gente”.

Se le preguntó a Ramírez: ¿Sería como una nueva Enelvén? Y esta fue su respuesta: “No hay problema en reeditar o referirnos a algo que fue exitoso”.  Habló de la necesidad de tener inventiva frente a la nueva realidad del servicio eléctrico. Marcelo Monnot está de acuerdo con esta propuesta en caliente. “Necesitamos una empresa más cercana, con autonomía”, asegura.

El ingeniero eléctrico detalla que el mes de septiembre suele ser uno de los más complicados o críticos al formar parte de los meses de alta demanda (Abril, mayo, junio, julio, agosto y septiembre). El calor incrementa el consumo nacional por la posición del sol frente a Venezuela. “Afortunadamente entraremos en el mes de octubre y la demanda de energía se reduce”, afirma Monnot. ¿Significa que se acabaron los apagones, por ahora? No. Significa que el racionamiento controlado cesará, los bajones, no.

Bajones destructores

Cada semana se producen unos 70 bajones de energía en promedio desde los últimos tres meses. Además del racionamiento inducido por la incapacidad de Corpoelec, los bajones asemejan a latidos de un corazón con taquicardia. Estos latidos queman cientos de miles de aparatos eléctricos, principalmente neveras, hornos microondas, televisores y aires.

Jesús Aguilar, consultor internacional e ingeniero eléctrico, califica como abusos lo que sufren las plantas de generación y recalca la tensión que aún existe en el sistema por aumento de la demanda. “La operación del interconectado es inestable y eso se debe principalmente al débil desempeño de las plantas y la excedencia de límites en las líneas de transmisión”. El Presidente del Colegio de Ingenieros compara lo que sucede con un carro al que se le fuerza el motor sin suministrarle lubricantes, con  fallas de inyección, averías en el alternador y problemas de electricidad.

Los expertos se preguntan si será la regionalización de Corpoelec la solución a las falencias que tiene la entidad en materia de servicio eléctrico. Veremos.

 

 

Redacción: Raúl Semprún

Fotografía: Archivo

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