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Gabriela Acacio deja «La Verdad» luego de 20 años de retos

Que 20 años no es nada… Tal vez Gardel tuvo otra vivencia. Para Gabriela Acacio sus 20 años en el diario La Verdad representan una parte importante de su consolidación como profesional. Ahora, de frente a los nuevos desafíos del mundo del mercadeo y las ventas, se abre paso hacia otra porción del mercado: el área de la salud.

“Lo que soy se lo debo a La Verdad”, asegura, quien durante dos décadas se desempeñó como gerente del departamento de Ventas en uno de los medios impresos mejor posicionados de la región, jerarquía que obtuvo a través de estrategias de Mercadeo, donde la inversión el dinero y talento fueron la máxima.

“Para vender hay que ponerse en los zapatos del cliente y con el correr de los años, esos clientes se convierten en amigos. Mi relación con La Verdad fue recíproca, esa empresa me permitió desarrollarme como profesional y me dio seguridad, confianza, estabilidad, proyección, alegrías y muchas satisfacciones. Yo le entregué pasión, tiempo, disciplina, constancia y esfuerzo”.

Además, Acacio asegura que dejó en el diario una “manera, un estilo de mercadear a través de la innovación, de la diferenciación y de no caer en el mar rojo donde están los tiburones que se pelean por un trozo de la torta que es el mercado, sino buscar el océano azul de las oportunidades”.

Tanto creyó en ese medio impreso, que es capaz de asegurar que “A pesar de los acontecimientos, La Verdad sigue como referencia de un medio que se posicionó a través de la inversión en mercadeo, de conocer al público, lectores y anunciantes, a través de estudios sucesivos y constantes, y de la atención directa y de la cercanía”.

Tres años en barrica

Como un buen vino, la decisión de Acacio no fue producto de un arranque momentáneo ni de un impulso. “Hace tres años escribí mi carta de renuncia y comencé a trabajar en función de cerrar con broche de oro mi ciclo en esta empresa. Me dediqué a elaborar los manuales de procesos de todos los departamentos a mi cargo, para que las nuevas generaciones tenga un guia”.

Una vez madurada la idea, se sintió preparada para dar el paso definitivo. “Me voy satisfecha. Esto es parte de mi evolución, porque todo cambia y en ese proceso de cambio de consciencia nos corresponde ir en busca de lugares donde se pueda ser productivo y expresar los talentos”.

Acacio, quien es comunicadora social del área audiovisual, pero ha hecho toda su carrera en el mundo de las ventas, se inició como ejecutiva en el diario La Columna y ahora da un paso más hacia la conceptualización de un departamento de Comercialización de la Fundación Medicina Familiar, donde funge como presidente Juan Carlos Abudei, hijo de Jorge Abudei presidente fundador del diario La Verdad, y quien en su momento también estuvo a la cabeza de ese medio impreso.

“Esta es una empresa que tiene 35 años en el mercado y yo vengo a estructurar un departamento de Ventas. Yo creo que es posible vender en este contexto, reinventándonos y apostando a que siempre habrá gente emprendiendo nuevos proyectos. Las necesidades cambian y así todos tenemos que cambiar y adaptarnos para estar vigentes”, comenta.

Con una misión de vida

Además de liderar equipos de ventas, en los últimos años Acacio encontró el camino para desarrollar su misión de vida a través de Soy Familiar, un espacio creado para “educar” a los padres en función de tener hijos y familias más felices y sanas en todos los sentidos posibles.

El proyecto nació de la idea de Acacio de compartir todas sus vivencias, como madre y abuela. Así que en 2016 convocó a especialistas en áreas como salud, desarrollo personal, constelaciones familiares, relaciones interpersonales, productividad, entre otras, a quienes brindó la oportunidad de escribir para el blog que hoy día se convirtió en una plataforma para realizar talleres, conversatorios y charlas. “En la Fundación Medicina Familiar encontré un lugar donde Soy Familiar puede crecer y desarrollarse aún más”.

Este es un buen momento para Acacio, quien asegura que se va en paz hacia sus nuevos proyectos. “Me llevo las experiencias vividas, todas buenas, porque las que yo pensaba que eran malas me hicieron crecer. Aprendí el valor de la amistad, el trabajo en equipo como única forma de lograr los objetivos, el esfuerzo para conseguir lo que quieres, el respeto para poder guiar a tu gente y ser un verdadero líder, la pasión para hacer las cosas diferentes a todos los demás. Siento que debo seguir mi camino con todas estas enseñanzas, vendrá gente nueva a seguir haciéndolo bien y a inyectarle nuevas pasiones…”.

 

Redacción: Reyna Carreño Miranda

Fotografía: Cortesía

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