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Candy’s Bar: Un Pub al estilo británico, que lleva «20 años rockeando» en Maracaibo

No es un lugar para todo el mundo, no sigue tendencias, ni le interesa atraer multitudes. Por 20 años este bar con aires de taberna inglesa ha sido un lugar de refugio y camaradería para los verdaderos amantes del rock y la cerveza en Maracaibo, pero solo puedes entrar si tienes buena actitud y vienes recomendado por «amigos de la casa».

Candelaria Cabrera o Candy -como todos la llaman- es la mamá de los pollitos y jefa máxima. Tal como lo indican sus apelativos, es una mujer dulce pero de temple regio, que puede llegar a ser tan cálida o estricta según lo amerite la situación, ya que para ella su establecimiento no es solo un negocio, sino la casa donde comparte todos los días de 6.00 de la tarde a 3.00 de la madrugada con su familia extendida.

Ubicado justo en frente del icónico edificio Don Matías, en la calle 76 entre avenidas 4 y 8, hay una fachada de ladrillos con puertas y ventanas de madera y hierro forjado, que no tiene letreros ni los necesita, ya que todos los que llegan saben exactamente cómo se llama.

Antiguamente el local estaba abierto para todo tipo de público, pero la llegada de personas que no saben respetar las reglas ni disfrutar tranquilamente de la cerveza y la música, hizo que Candelaria se decantara por más calidad que cantidad, reservándose el derecho de admisión, algo de lo cual la propietaria asegura hoy día que no se arrepiente ni un ápice.

Al atravesar el umbral te atrapa una sensación de atemporalidad, el lugar se siente antiguo pero vigente a la vez. Hoy es más grande, se ha extendido hacia el frente y arriba, pero su ambiente original que data de 1998 sigue intacto como espíritu de irreverencia musical que predomina en el recinto.

En sus comienzos Candy’s no era más que un pasillo con una inmensa barra de casi ocho metros, que iba desde la entrada hasta el baño del fondo. En el estrecho pero carismático lugar, cubierto en paneles de madera color caoba, parafernalia rockera y letreros de neón, apenas si cabía una veintena de personas, lo cual explica de dónde nace la afinidad de la propietaria por las caras conocidas.

En los últimos 20 años por su barra ha transitado toda la fauna de la movida rockera local de los 90’s y el 2000. Los integrantes de bandas locales como Arpía, Violetas Negras, Levedad Púrpura, AM Rock y Mermelada Bunch entre otras llegaron a disfrutar de unas frías y las buenas vibras del local, que también ha captado la atención de leyendas del rock nacional como Henry Stephen de Los Impala y el desaparecido Edgar Alexander de Azúcar Cacao y Leche.

Hard rock, punk, heavy metal, thrash, prog, blues, jazz o country, la música rock siempre ha sido el eje central del bar. Una cualidad que solía distinguir a este pub maracucho de otros bares rockeros de la ciudad es que el DJ era la propia clientela, quienes armaban las listas de reproducción, usando la extensa base de datos que hay en el computador de la barra, pero en los últimos años la modalidad ha variado un poco.

Aunque la gente sigue dictando qué tipo de rock quiere escuchar, ahora el manejo del computador está restringido a personal autorizado, para evitar accidentes con la plataforma digital.

Con los años el local creció y se diversificó, pero a diferencia de otros lugares que lo hacen con la intención de masificarse y atraer más gente, Candy’s solo ha buscado atender mejor a su fiel clientela. Lo que solía ser el patio del frente ahora es una ampliación de la planta baja, que logra armonizar con el estilo retro de la barra, gracias al uso de materiales rústicos como ladrillo recuperado y madera natural que mantienen el aire de calidez.

El ambiente del segundo piso tiene un look and feel más despejado con mesas empotradas, pisos de caico y un área abierta para fumadores. Aquí también se ubica la cocina donde preparan las sabrosas pizzas y tequeños que complementan el perfil eminentemente cervecero del club house.

Como ningún templo del rock estaría completo sin música en vivo, los fines de semana cuando se presenta algún grupo, el sitio se expande hacia una terraza alquilada donde se ubican los músicos y algunas mesas para acomodar mejor al público.

Candy´s tal vez no sea el bar rockero más vanguardista de la ciudad, pero sí es el más longevo y auténtico, donde los aficionados de la vieja o la nueva guardia se sienten como en casa, escuchando, comiendo y bebiendo lo que más les gusta.

 

 

Redacción: Luis Ricardo Pérez P.

Fotografías: Cheo Nava y cortesía

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