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Argenis D’Arienzo, el periodista que «boxea» con las palabras, todavía espera su «último round»

Su voz profunda y una narrativa que no da chance al silencio delatan sus orígenes como hombre de la radio. Cuando habla sale humo, más no porque encienda el próximo cigarrillo con el “chicote” del anterior, sino porque sus palabras están cargadas de fuego. Argenis D’Arienzo es un periodista que “dispara desde la cintura” y se ufana de sus numerosas expulsiones de los medios, con el mismo orgullo que un general curtido en la guerra habla de sus cicatrices.

Este zuliano adoptivo -nacido en Caracas el 11 de junio de 1952-, no es amigo de las falsas modestias ni del café “guayoyo”, por eso antes de hablar de su trayectoria, su estatus actual y sus planes futuros, Argenis pide un espresso ristretto con azúcar como el maridaje apropiado para un relato intenso y cargado de notas dulces y amargas.

“No es que estoy de bajo perfil, sino que me impusieron un bajo perfil las restricciones del autoritarismo y la arbitrariedad de un Gobierno que crea normas pero ni las respeta ni las aplica de manera correcta”, afirma D’Arienzo, al referirse a las razones de un silencio mediático que ya se ha prolongado por tres años.

La calle como escuela

Argenis afirma que su estilo polémico proviene del contexto hostil donde creció. Cuenta que desde joven entendió en las calles que debía luchar para ganarse el respeto y el sustento. Fue entonces cuando encontró en el comunicador Reny Otolina, un modelo a emular para superar su origen humilde y hacerse un nombre.

“Yo fui uno de los primeros productores independientes del país, incluso antes de que el concepto existiera formalmente (…) Reny me inspiró a no querer ser un empleado, porque de esa forma no iba a salir de la pobreza de la que venía. Así hice radio y por 15 años mantuve el primer lugar de sintonía”, recuerda D’Arienzo, al recalcar que en esa época, (entre los 18 y los veintitantos años) ya había definido un estilo que le mereció 23 expulsiones de 13 estaciones de radio.

Tras un breve periplo como productor de espectáculos y mánager de Guillermo Dávila y Ricardo Montaner, el comunicador regresa al Zulia y el 31 de enero de 1987 y se estrena junto a la señal de Niños Cantores Televisión (NCTV), como moderador y director de El Programa de Argenis D’Arienzo, un magazine de entrevistas y opinión que rápidamente caló en la audiencia regional por abordar sin sutilezas temas que sacudían la palestra pública.

Periodismo incómodo

Su forma de hacer periodismo lo puso rápidamente en un curso de choque con el poder. En 1997 las crecientes presiones del Estado llevaron a un primer punto de inflexión con NCTV cuando demandó y derrotó al canal y a la administración del presidente Rafael Caldera en un juicio ante el TSJ por “apropiación indebida” del dinero de sus anuncios comerciales.

“En el 98 fui a un exilio forzoso. Tuve que irme del país porque aquí nadie me permitía trabajar. Regrese y estuve 3 o 4 meses con Televisa del Zulia”, apunta D’Arienzo, al explicar que el arreglo del juicio era que el Canal 11 le pagase lo adeudado con tiempo al aire, pero confiesa que el medio de la Iglesia solo funcionó bien mientras Gustavo Ocando Yamarte estuvo al frente de la administración. “Si de algo se puede jactar ese monseñor es que él salvó a NCTV de la depredación que quería hacerle Caldera por deudas contraídas; además corre en su favor que nunca le impuso líneas editoriales a nadie. Tuvimos discusiones como dos personas inteligentes, pero nunca me impuso su criterio”.

D’Arienzo sonríe con satisfacción al recordar que su segunda salida del aire fue en 2007 cuando destapó el escándalo del llamado “Cartel de los Soles”, que salpicaba a altos funcionarios del “Gobierno revolucionario” como parte de una supuesta red de narco corrupción. Un tema que en los últimos tiempo ha resurgido como argumento de acusaciones y sanciones de EEUU contra importantes figuras del chavismo.

“Por haber denunciado el Cartel de los Soles me vuelven a sacar del aire y coincide con el momento en que regresa monseñor Ocando y vuelve a salir y yo me voy a Zuvisión. Ese canal se fue a la quiebra debido a los impagos del Gobierno, ya que lamentablemente todos los medios regionales y algunos nacionales dependen grandemente de la inversión en propaganda más que de la publicidad. De ahí me paso a Atel donde comienza el mismo fenómeno y me regreso a Televisa hasta 2014 cuando me sacan del aire por denunciar el asalto a PDVSA que implicaba a funcionarios como Roberto Rincón, Abraham Shiera y Rafael Ramírez”, relata el periodista.

Un impasses al aire

D’Arienzo recuerda que uno de los episodios más polémicos de su programa fue su encontronazo en vivo con Américo Araujo, entonces secretario general y diputado regional de AD, a quien increpó por denuncias de mujeres sobre una presunta “operación colchón” para la asignación de cargos en el gobierno regional.

“Ese señor tenía una serie de conductas inapropiadas. Yo lo llamo a una entrevista pero él se adelantó y en la mañana se fue a otro programa antes y dijo muchas mentiras (…) Ese señor me dijo que de mí también se decían cosas, que yo era drogadicto, a lo cual respondí que yo fumaba dos cajas de cigarro al día y tomaba licor socialmente. Me acusó de mala paga y le contesté que una cosa es no pagar por pícaro y otra es retrasarse porque a uno también le pagan con retardo, que es algo muy frecuente cuando uno vive de la publicidad (…). Lo tercero que me dijo es que también se decía que yo era homosexual y en ese punto yo ya no iba a discutir más y simplemente le dije que le preguntara a mi esposa”, cuenta el periodista, al ahondar en los detalles de la entrevista que terminó con Araujo abandonando el estudio a mitad de programa.

D’Arienzo afirma que aquel episodio no representó nada trascendente para él, pero aduce que ese encontronazo marcó el epitafio político de Araujo, quien “quedó sepultado”.

Aunque reconoce su carácter polémico, el experimentado comunicador defiende que nunca ha ejercido el periodismo de denuncia de forma “alocada”. “Yo tuve los bríos de decir en el canal de la Iglesia que el cura Vidal (Atencio) era padre de dos criaturas y que era un padre irresponsable. Los curas se me acercaron y me admitieron que lo que yo había dicho era cierto, pero me criticaron que lo hubiera hecho públicamente. Yo respondí que ¿de cuál otra forma lo iba a hacer?, ¿dejar que siga el merengue y no pase nada?”, argumenta D’Arienzo, al puntualizar que la denuncia pública es un catalizador de soluciones a situaciones problemáticas o injustas.

Argenis refuerza su planteamiento al recordar que “el día que paran a Ocando Yamarte, yo estoy en la oficina de presidencia con el innombrable ‘Ofidio’ Pérez Morales, y le digo Ofidio porque eso es una culebra de cuatro cabezas. Él me dice ‘bueno vaya a hacer su programa’ y yo le digo ¡no, yo no voy a hacer el programa si no es con usted de entrevistado, porque la noticia hoy es usted!, porque si él se va, yo me voy. No me fui del canal 11 por solidaridad automática, sino porque lo que estaban haciendo era una injusticia, ya que yo escuché la conversación de Pérez Morales con el ministro e información de Caldera para quitarle NCTV (al padre Ocando)”.

Montar tienda aparte

D’Arienzo cuenta que ya cansado de lidiar con las presiones del Estado, decidió comprar el cine Uairén junto a otros tres socios para montar un estudio de televisión por streaming vía IP (al estilo Vivo Play, VPI y TV Venezuela), pero dificultades en la adecuación del espacio llevaron a paralizar y desmontar el proyecto. “No hubo una buena concordancia entre uno de los cuatro socios y veíamos que se metía dinero y más dinero y era difícil la remodelación, nos estaba tragando vivos, así que propuse disolver la sociedad”.

Acostumbrado a manejarse en la adversidad, el experimentado periodista evalúa con calma los pros y los contras de activar su proyecto en una económica en declive.

“Tengo una inversión cuantiosa allí y quise arrancar. Hice unas pruebas con Youtube, pero 30 mil visitas no ayuda monetizar en un país como Venezuela, tal vez en el exterior valdría más la pena porque un dólar es un dólar (…) Yo me pregunto si hago una inversión, recluto gente, instalo y salgo al aire, pero con qué les voy a pagar si no hay inversión publicitaria”, reflexiona D’Arienzo, al confesar que de momento su situación es de stand-by, “como las moscas cuando aletean sobre la leche a ver si se convierte en mantequilla para pararse”.

Crisis de liderazgo

Pese a no estar en los medios tradicionales, D’Arienzo se mantiene activo en las redes sociales, desde donde comparte sus puntos de vista con más de 35 mil seguidores en Twitter. Desde esta palestra ha defendido la abstención en las elecciones regionales de diciembre como un la legítima expresión de protesta ante la crisis de liderazgo que se vive en el estado.

“Yo llamé a no votar porque uno de los graves problemas que se nos presenta en este país es la falta de concordancia entre lo que la gente dice, hace y piensa. En el caso de Juan Pablo Guanipa yo le alabo su decisión (de no juramentarse como gobernador ante la Asamblea Nacional Constituyente) porque eso se llama coherencia, sentido de responsabilidad y honestidad”, asegura D’Arienzo al manifestar su hastío hacia los políticos tradicionales que basan su acción en el cálculo de beneficios más que en la rectitud.

A su criterio, la crisis de liderazgo político ha generado una gran incertidumbre en el electorado, y aunque manifiesta no tener nada personal contra Manuel Rosales, asegura que la aspiración de éste a la gobernación implica un reconocimiento a la ANC y validar lo que le hicieron a Guanipa.

En cuanto a sus planes futuros, D’Arienzo destaca tener dos opciones: “Si quiero trabajar en EEUU puedo, porque tengo mi licencia para hacerlo pero ese no es mi país, aunque allá están mis hijos. Lo que yo quiero hacer es abrir este canal, porque si vinimos de un pionerismo en ciertas cosas, por qué no continuarlas”, concluye el combativo periodista que hoy espera el momento oportuno  para concretar el proyecto en el cual deposita sus esfuerzos y esperanzas.

 

Para más información puede ingresar a:

Web: https://argenisdarienzo.wordpress.com

Twitter: https://twitter.com/argenisdarienzo

 

Redacción: Luis Ricardo Pérez P.

Fotografía: Cortesía

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