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Antica apaga sus fogones luego de 12 años de sabor mediterráneo

No es una buena noticia. Antica Trattoria Mediterránea cierra definitivamente sus puertas, luego de dos meses de “brega” para superar los retos del caos y el racionamiento eléctrico que se impuso en la ciudad desde el pasado 7 de marzo.

Este fin de semana se tomó la decisión definitiva. La dueña del restaurante, quien se radicó fuera de Venezuela desde hace años, no encontró motivos suficientes para invertir en las adecuaciones pertinentes para mantener encendidos los fogones de Antica.

El restaurante, ubicado en la avenida 3 F, en la Quinta Noletti, sector Plaza De La República, cumpliría 13 años de funcionamiento este 2019.

Desde 2006, Antica se convirtió en el sitio predilecto de los adoradores de la cocina mediterránea. Además, fue escenario de importantes eventos sociales y también recibió a grandes estrellas de la gastronomía como Narda Lepes y Donato Santis.

Sus espacios sirvieron para encuentros de amigos, refugio de enamorados y ambiente perfecto para sesiones fotográficas. Tanto en los hermosos jardines exteriores, como en cada uno de los rincones internos del restaurante.

La mansión donde funciona Antica posee techos altos, excelente iluminación y una decoración elegante y cómoda. El menú estaba compuesto por platos de la comida italiana tradicional y fusiones de comidas griegas, turcas, marroquíes y francesas.

Reapertura de Antica, una promesa que no se cumplió

Aunque el restaurante permanece cerrado desde el pasado 8 de marzo. El final de esta historia de sabores y anécdotas se vaticinó el pasado 28 de abril, cuando en su cuenta de Instagram se posteó:

“Debido a los eventos eléctricos de las semanas anteriores sufrimos algunos daños y pérdidas en nuestros equipos, los cuales son muy importantes para el debido funcionamiento del restaurante. Por esto, nuestras puertas están cerradas y nos tomamos unos días para reparar y reestructurar. Pero en los próximos días estaremos abiertos de nuevo al público”.

Una de las atracciones de Antica era el enorme árbol Caro-Caro que cuenta con más de 80 años de vida.

También dejaron una promesa: “retomaremos labores al tener en óptimas condiciones nuestras áreas de cocina. Nos tomamos muy en serio nuestra labor y la calidad de los productos terminados que comercializamos”.

Pero la reapertura nunca llegó. Además, se conoció que el cierre tiene varias variantes, no solo la inversión. Como por ejemplo el alquiler, que no se llegó a ningún acuerdo, y el vencimiento del contrato.

Antica apagó sus fogones y deja un gran vacío en la lista de buenos restaurantes de la ciudad. Un lugar menos para los peregrinos del sabor, la buena atención y los ambientes amigables, que cada vez son menos en esta Maracaibo de hoy.

 

Redacción: Reyna Carreño Miranda

Fotografía: Archivo

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